sábado, 17 de marzo de 2018

"Un hombre sin patria" de Kurt Vonneg


Kurt Vonnegut escribió con 82 años, en 2004, este opúsculo en el que repasa el mundo en el que vivimos desde una perspectiva sardónica, llena de humor y originalidad. Se ríe de todo y lanza una crítica mordaz contra el poder y contra casi todo, empezando por él mismo:
"Yo vengo de una familia de artistas. Y aquí estoy, ganándome la vida con el arte. No ha habido rebelión. Es como si hubiera heredado la gasolinera ESSO de la familia."
"Si de verdad quieren fastidiar a sus padres y les falta valor para hacerse gays, lo mínimo que pueden hacer es dedicarse al arte."

Uno de los objetos centrales del libro es el saqueo de los recursos humanos, que sin duda nos va a llevar a la autodestrucción, y la promoción que de este saqueo hacen los gobiernos occidentales:
"Todos somos adictos a los combustibles fósiles y nos negamos a reconocerlo. Y como tantos otros adictos al afrontar el mono, nuestros dirigentes cometen ahora crímenes violentos para conseguir lo poco que queda de lo que nos tiene enganchados."

La psicopatía en el poder es una de sus grandes preocupaciones:
"¿Qué podemos decir a nuestros jóvenes, ahora que personalidades psicopáticas, es decir, personas sin conciencia, sin sentido de la compasión ni de la vergüenza, se han apropiado de todo el dinero de nuestro gobierno y de nuestras empresas para quedárselas?" "Los psicopáticos son gente correcta y saben perfectamente el sufrimiento que sus actos pueden causar a los demás, pero les da lo mismo." "Muchos de estas personalidades psicopáticas sin escrúpulos ocupan ahora puestos de importancia en nuestro gobierno federal, como si fueran líderes y no enfermos." "En nuestra preciosa Constitución hay un fallo trágico, y no sé qué puede hacerse para arreglarlo. Es el siguiente: solo los casos clínicos quieren ser presidente. Ocurría exactamente lo mismo en el instituto. Solo los que estaban claramente desquiciados se presentaban a delegados de clase." (Hay que recordar que Vonnegut no conoció a Trump presidente).

Los medios de comunicación están vendidos al poder:
"Nuestras fuentes de información diarias (los periódicos y la televisión) son ahora tan cobardes, tan poco considerados con el pueblo estadounidense, tan poco informativos, que solo por los libros nos enteramos de lo que ocurre." (El problema es que el 60 por ciento de la población no lee libros y al otro cuarenta no creo que los libros les sirvan para informarse de la situación real en la que vivimos).

¿Qué opciones tendrá un niño que nace en la América de 2004?:
"La verdad es que la criatura tendría la buena suerte de nacer en una sociedad en la que hasta los pobres tienen sobrepeso, pero también la mala suerte de nacer en una donde no hay un sistema de sanidad público ni una educación pública digna para la mayoría, donde la inyección letal y la guerra son formas de entretenimiento, y donde cuesta un riñón ir a la universidad."

¿Y si un marciano hiciera un estudio sobre las costumbres americanas?:
"Dijo con una voz finita, finita, que había dos cosas de la cultura estadounidense que ningún marciano había podido llegar a comprender. "Vamos a ver", exclamó, "¿qué diantres es lo que le ven a las mamadas y al golf?"

El clero católico y el mismo dios son también objetos de su sarcasmo:
"Me he convertido en un asexual radical. Soy tan célibe como, por lo menos, el cincuenta por ciento del clero católico romano heterosexual."
"Dios tendría que ser ateo, porque la mierda nos inunda y todo esto va a estallar de un momento a otro."

Ironía antibelicista:
"Los chinos eran tan necios que solo utilizaban la pólvora para hacer fuegos artificiales."

Reivindicaciones culturales:
"¿Creían que los árabes eran tontos? Intenten hacer una división larga con números romanos."
"¿Pero qué opinión tienen los humanistas de Jesús? Lo que yo digo de él, como todos los humanistas, es: "Si lo que dijo es bueno, y gran parte de ello es absolutamente hermoso, ¿qué más da si era dios o no?"

Sobre el patriotismo:
"Soy un hombre sin patria, excepto por los bibliotecarios y el periódico de Chicago "In These Times". 
De los prejuicios culturales:
"Primera norma: no empleen el punto y coma. Es un hermafrodita travestido que no expresa nada en absoluto. Lo único que indica es que has ido a la universidad."

Aunque siempre nos quedará la música:
"Por muy corrupto, codicioso e insensible que llegue a ser nuestro gobierno, las grandes empresas, los medios de comunicación y las instituciones religiosas y benéficas que tengamos, la música siempre seguirá siendo maravillosa."

No hay comentarios:

Publicar un comentario