jueves, 26 de julio de 2012

El idiota, la creación y el nihilismo

¿Quién nos araña constantemente la conciencia para que nos sintamos insatisfechos con lo que creamos? ¿Qué parásito desconocido se filtra entre los vanos de nuestra actividad creadora para que solo esta no nos sirva, para que el placer mayúsculo que otorga finalizar una narración o un poema, no sea suficiente? ¿Por qué necesitamos el aplauso de la gente, por qué no nos sirve únicamente ese gozo máximo que se extrae del proceso creativo? ¿Qué bacteria nos infecta y nos malforma esa sensación y la convierte en insatisfactoria hasta que no conseguimos los beneplácitos (a menudo falsos) del público?
Y después de conseguidos algunos aplausos sinceros, la infección no se detiene, se extiende y nos exige que nuestra obra entre en el mercado comercial y sea vendida y leída masivamente (no, no yo no quiero eso, me digo a menudo; pero me miento, mi aspiración sería vender millones de ejemplares). Hay que ser muy simple, supongo, para ser contagiado de este mal, para rendirse una y otra vez a vanidades tan pueriles, tan adolescentes. Esta creo que es una de las claves de los grandes autores, de los genios, que saben administrarse un antídoto de sensatez ante la amenaza de la vana idiotez de la gloria (bueno, mejor no "meneallo", como dijo Don Quijote a Sancho cuando el escudero se acababa de cagar de miedo literalmente a los pies de Rocinante).
Si analizo, no necesito nada, me siento tan colmado cuando acabo las cuatro páginas diarias de una novela, o el último verso de un poema, que me pondría a dar saltos de contento y saldría a celebrarlo como si de un acontecimiento extraordinario se tratara (a veces lo hago). ¿Por qué luego aparece esta mala garrapata y se adhiere a mi obra y la empuja a que se conozca, a que se lea, a que se venda, y muerde mi simpleza y le extrae la poca sangre que le queda de humildad, de sencillez? Seguramente es el peaje de un gozo máximo, todos los placeres pagan un precio por ser conseguidos en este desmadejado mundo: la gula, la lujuria, la pereza...; pero no creo que debamos abandonar su persecución. Es cierto que la vanidad, la obesidad, la sífilis, la atrofia nos pueden hacer reventar de miseria, pero hay que buscar antídotos contra ellas.
¿Me ha transformado el hecho de intentar hacer público todo lo que escribo? Sí, sin duda, me ha hecho más idiota. ¿Se ha transformado mi forma de escribir al tener el objetivo de hacerlo público? Sí, ahora escribo mucho más y mejor. Por consiguiente, ¿hay que ser más idiota para ser buen escritor? Mejor no "meneallo".
Sí, me administro un antídoto para esta idiotez nacida de la vanidad, pero como todos los antídotos se trata de un veneno que hay que dosificar para no envenenar al paciente. Me inyecto nihilismo en vena de vez en vez: exprimo la vida y le intento sacar el jugo y veo que solo caen gotas de nada y muerte, entonces, me recupero, pero mejor no "meneallo" demasiado.

domingo, 22 de julio de 2012

Réquiem por la radio de calidad

Soy hijo cultural de la Radio 3 de los 80. Ellos me enseñaron a cambiar mi mundo, a retorcer la perspectiva de lo cotidiano y a encender la llama con que prender la convencionalidad. Aquellos programas: "Caravana de hormigas", "Tiempos Modernos", "El Gallo que no cesa", "Rosa de sanatorio", "Tris, tras, tres", "Arroz tres delicias"..., los sermones de Agustín García Calvo, y muchos más, de los que ya no recuerdo sus nombres, fueron mi universidad, mi punto de partida para reflexionar sobre el mundo y ver que uno no tiene por qué ser lo que le exige la sociedad que le rodea. El día que anunciaron el aniquilamiento de aquella Radio 3, para cambiarla por una radio fórmula, se acabó para mí este medio. Fue tanta la rabia que acumulé contra el poder (entonces el PSOE, molesto por tanta libertad), que dejé de escuchar la radio durante bastante tiempo. No quería saber nada de ese medio, lo habían "fumigado" como dijo Elvira Lindo y no quería contaminarme con el insecticida.
Hace unos años, Pepa Fernández y Toni Garrido me hicieron recuperar el interés por la radio. Sus programas me recordaban a aquellos de los 80, con guión elaborado, trabajados, originales, al margen de lo que otros hacen a la misma hora. Pues bien, hace unas mañanas me desayuné con una sensación parecida a la narrada. En esta ocasión han sido los otros, el PP, da igual, el poder no respeta nada, todo lo contrario, odia al inteligente, al que hace bien su trabajo, al que remueve conciencias, al que reflexiona, al que se somete a la duda, al que busca el espíritu crítico. Hace tiempo que la televisión no me ofrece nada, ni siquiera entretenimiento, alguna serie aislada ("Mad Men", The Wire...), alguna película, poco reseñable. Es una pena, dos medios tan aprovechables y ahogados por los poderes fácticos y económicos, porque ni Toni Garrido ni Pepa Fernández van a lograr fácil acomodo en las radios o televisiones privadas (demasiado diferentes). Gracias amigos, por vuestra incompetencia, por arrebatar lo poco que quedaba de inteligencia en la radio, por ser tan miserables.

sábado, 21 de julio de 2012

Auto sacramental

Cuando se alzan las brumas de la creación,
se dibuja en el horizonte
un perfil deforme entre las montañas:
la imagen voraz de la vanidad
asola al sensual rumor de los ríos,
arrasa a la brisa desnuda de los pinos,
desluce el placer visual del paisaje.
Toda la naturaleza se rinde a su aliento desalmado:
abraza los minutos de sosiego
y los ahoga;
engulle las caricias cotidianas
y las escupe con aspereza; 
incluso se atreve con el amor,
lo aplasta con su poderoso puño de cieno
y lo hunde en la inconsistencia de lo inútil.
Hasta a la poesía le pone una mordaza de tópicos,
un torpe manoseo que la lleva
hasta la pérdida del ritmo
y el fétido manoseo de alegorías
tan usadas como la del horizonte, la niebla y las montañas.

jueves, 19 de julio de 2012

Clooney también recomienda "Bilis"

Él no se lo va a perder y lo tiene en el regazo dispuesto para devorarlo. ¿No os apetece hacer lo mismo, aunque solo sea por empatía? Además, os ofrece la sinopsis de la novela:

"Las ratas devoran a sus congéneres más débiles en caso de necesidad, son desconfiadas, destructivas y voraces. Los socios de Sucesores de Casto Garcés gozaban del instinto de las ratas más enconadas, las de cualquier posguerra. Marcelo Atienza lo pudo comprobar cuando entró en el almacén a los 11 años, tras el encarcelamiento de su padre. El comercio rural de la España franquista lo vistió y le dio de comer, pero también le molió las espaldas. Años después, Marcelo recibirá a los espectros del pasado que removerán la digestión de su memoria y le provocarán el desasosiego de haberlo perdido todo, hasta el recuerdo. Un recorrido intenso por la economía autárquica de los abastos de posguerra y por los subterráneos de una sociedad envenenada. Todo ello narrado desde el humor negro, la ironía y la intriga". 

miércoles, 18 de julio de 2012

Se besaron (segunda parte)

El poema es una segunda parte del primero con el mismo título: hay que leerlo como una continuación de su historia de amor.

Se besaron de nuevo
sin testigos,
en el silencio de los huesos,
y el beso les supo a una paseo de niebla
teñido de abrigos y sombreros.
Se besaron sin labios,
sin recuerdos,
sin la suave caricia de la carne,
sin la saliva de los inviernos,
sin la piel de los estíos,
sin los nervios del tiempo.
Se besaron las quijadas
y extrañaron los espejos,
el sabor de las lenguas
y el tacto de los dedos.
Se besaron sin mirarse,
con la lluvia del recuerdo
filtrándose por el tapiz 
bruñido de sus huesos.
Se besaron, miradlos,
sin saber que ya están muertos.

martes, 17 de julio de 2012

Fábula del senador ascético

Asomose el senador
a un callejón sin salida:
moscas, podredumbre y ratas
avivaron su sonrisa.
Se adentró en la floresta:
los desperdicios sorbía,
los hedores aspiraba,
las pasiones se encendían.
Y excitose y tocose.
Nunca, jamás en su vida,
hubiérase imaginado
con tamañas regalías.
Desde los balcones muertos,
cubos de miseria tiran
sobre su cabeza cana
y lo cubren de ambrosía
los aromas de fregona,
los restos de la comida.
Y excitose y tocose.
Bebió de las alcancías,
durmió con gatos hinchados,
libó basura podrida,
todo un edén pareciole,
un fuego interno le ardía,
en éxtasis entregose,
a la gratitud divina.
Y excitose y tocose.
Cuando entró, furiosa impía,
la mujer de la limpieza
(adalid de la pudicia,
y experta del amoniaco),
se desmadejó su ira,
rompió con la diplomacia
y abordó a su enemiga,
se arrojó sobre su cuello,
le hizo beber su lejía,
para abrasar sus deseos
de arrasar la porquería.
Y excitose y tocose.

domingo, 15 de julio de 2012

Presentación de "Bilis"

Hoy es el último día de la Feria del Libro de Utiel y ya no quedan ejemplares de "Bilis" en ninguna de las librerías. A la presentación asistió muchísima gente (gracias a todos por aguantarnos), si a esto le unimos que un lector de la novela me ha comparado la trama de la segunda parte con Ruiz Zafón y otros, la primera con Galdós, no sé ya qué pensar. Me estoy volviendo, sin pretenderlo, comercial. Pero las influencias subterráneas no las maneja uno como quisiera.

Entrevista en Onda San Clemente

Entrevista realizada en Onda San Clemente sobre mi nueva novela, "Bilis", y sobre mi poesía. https://dl-web.dropbox.com/get/Public/PEPE%20HORTELANO%20BILIS%2029-6-2012.mp3?w=f1aa38fa

Juegos de cartas

Se entregó a los juegos de cartas
con la certeza del abandono
y el placer de las acciones sin trascendencia.
Salió de su mundo de gravedad
y se abandonó en las delicias de la apuesta.
Lanzó un farol contra sí mismo
y se encontró con un tahúr sonriente
que no se creyó su desmayo.
Le devolvió el envite y le ganó sin piedad
las cuatro monedas de frivolidad que le quedaban.

miércoles, 11 de julio de 2012

El silencio que alimenta

Este sosiego limpio que me mece,
esta oscuridad de higueras sin ruido,
este claustro de hiedra detenido,
esta noche de julio que me ofrece


con sus salamandras de piedra blanca
una herida de cielo sin cadenas.
Esta noche, este claustro, estas almenas,
esta sombra tenue que me arranca


la agresiva lanza de la vida,
el martirio incansable del arado,
el yugo, los ronzales y la brida.


Este dulzor de almagre y de pasado,
este hondo corredor que me lapida
entre hilos de silencio bien labrado 



sábado, 7 de julio de 2012

Se besaron

Se besaron hasta acabarse las lenguas,
hasta fundir las miradas de los transeúntes,
hasta destrozar el pasado de la ciudad y abrasarla de color.
Se besaron eternamente, 
después de que los gusanos les hurtaran las salivas,
después de que la tierra les minara las bocas.
Se besaron en la acera de la muerte,
donde se resbalan los zapatos de charol 
de los paseantes sin voz,
donde se resiste el amor al leviatán 
del tiempo 
y eleva la imagen varada un helor de amor
tan viva como el reflejo de un estanque helado.
Se besaron
y se amaron
posiblemente
en una habitación
oscura
bajo la llama de una bombilla oscilante
que seguramente yace en el fondo de una montaña de escombro,
entre un abrigo largo y una maleta desvencijada..

miércoles, 4 de julio de 2012

Presentación de "Bilis"




La invitación oficial que me ha enviado la editorial Carena para la presentación de "Bilis". Espero ir en mejores condiciones que en la primera presentación y preparármelo un poco mejor, más que nada para que no me apedreen mis paisanos, sería triste y doloroso.

El dinero puede causar caries e impotencia

Por fin una asociación de ciudadanos experta en venenos y lacras sociales ha reflexionado sobre las materias realmente nocivas que amenazan al individuo. Se ha puesto manos a la obra y ha retirado las pegatinas agresivas de los paquetes de tabaco y las ha colocado donde corresponde. Solo falta convencer a los gobiernos para que el plan se generalice, a riesgo de no vender más periódicos. 

sábado, 30 de junio de 2012

Presentación de "Bilis"



El viernes, 13 de julio, durante la Feria del Libro de Utiel, a las 8:30 de la tarde presentaremos mi segunda novela, "Bilis". Me acompañarán los profesores y amigos, David Arona y Javier Castellanos, y posiblemente mi editor, José Membrives, en el nuevo salón de actos del Ayuntamiento de Utiel. Intentaré llevar algo de jamón y vino para que las palabras se puedan digerir mejor.

jueves, 28 de junio de 2012

"Bilis" y el humo del recuerdo

                                               
                                       

Si alguna vez fumaste "Celtas" o "Ideales" y todavía notas cómo te raspa la garganta; si alguna vez añoras el pasado y al volver la vista atrás te das cuenta de que todo es todavía más borroso que tu propio presente; si alguna vez tu padre o tu abuelo te contaron una historia de juventud y tú la has revivido en tu imaginario; si alguna vez te has sentido de otro tiempo, como desplazado del espacio que habitas; si alguna vez sufres por lo que sufrieron en años más difíciles; si alguna vez te has preguntado qué fue de aquel hombre que nunca te decía nada, pero te miraba como si viera en ti algo que tú nunca has descubierto todavía; si alguna vez sientes que tus raíces están manchadas de una tinta que no te deja escribir sobre papel limpio; si alguna vez has sufrido y has encontrado consuelo en la memoria, lee "Bilis", no te defraudará.