El mes de Poseidón y Dionisos, época ideal para romperte los cuernos contra una farola a la salida de la cena de empresa. Aprovecha para tirarle piedras al alumbrado navideño y arrojar la radio por la ventana el día del Gordo. No te cortes, es tiempo de desmesuras: enséñales las vergüenzas a las autoridades; atraca un banco; estupra a un duende de Navidad; canta villancicos con letras de Escorbuto; no pongas el árbol, ten un hijo con el alcalde de tu pueblo; bebe leche de avena con Cardhu…
Y si te sobra algo de tiempo, lee a Joyce Carol Oates, a Fernando Vallejo, a John Williams y a Antonio Orejudo (esto último hacedlo, de veras).

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