Ando y ando y ando y ando y ando, para esquivarme, para huir, para darme esquinazo, para no encontrarme, para alejarme de mí, para escapar de la conciencia y del recuerdo. Ando y ando y ando y ando, con la intención de dejar atrás a los demonios, para desprenderme de los malos hados, de los vapores agrios. Ando y ando y ando y no dejo atrás nada, la conciencia es un viajero obstinado y molesto que no te abandona así como así. Ando y ando, me trago los quilómetros sin ver en las orillas de los caminos ningún muerto, ningún recuerdo, ningún trasgo. Me acompañan, me siguen, no consigo despistarlos, a pesar de mi empeño, a pesar de la velocidad, a pesar del polvo del camino. Ando sin rumbo, con desesperación, con el brío del maldito. Vuelvo la vista atrás y no, no hay nada, la angustia sigue conmigo.
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jueves, 4 de agosto de 2022
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