Soy bellísimo, soy bellísimo,
A la mierda mi cuerpo
si mi alma está sola.
Soy bellísimo, soy bellísimo
nana nana nanana nanana na naaaaaa
Ahora en las sombras de mi cuerpo,
donde se ahogan mis palabras,
me siento el ser más feo de la Tierra.
Eso me siento.
Seguro que pocos recordáis ya a Gonzalo, un cantante de finales de los 70 cuya trayectoria musical ha sido injustamente olvidada. Solo tenéis que releer esta estrofa extraída al azar de su canción más conocida para comprobar el gran vate que se escondía tras esa melena de escultura griega. El estribillo es de una originalidad que roza las mejores creaciones de un Ronsard o de un Baudelaire. Es el nuevo poeta maldito del siglo XX, aún sin reconocimiento. La concesión a las vanguardias: "nana nana nanana...", se engasta en un tema tradicional como es el de la renuncia a la propia belleza física que malogra el espíritu, a la manera del mejor Cernuda. La canción, además, es un homenaje a Wilde, una vuelta de tuerca al retrato de Dorian Gray. Oídla, deleitaos y cantadla por las calles, en el autobús, en los museos, en las piscinas. Colaborad en la recuperación de esta gloria olvidada.
Ésto es lo que debía cantar Sánchinflas !!!!
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