sábado, 20 de enero de 2018

"El club de los mentirosos" de Mary Karr


Algunos de los pocos fragmentos que he leído con verdadero interés de este libro y no precisamente por su valor literario, sino por las peculiaridades del sistema educativo americano. Esta moda insulsa de la autobiografía maldita se me atraganta cada vez más. Es evidente que hay que confiar poco en las listas de libros recomendados por los periódicos "serios" (demasiados intereses):

"En Texas, además, una pandilla de chavales de cuarto sin vigilancia habría puesto los pupitres del revés, escrito palabrotas en la pizarra, prendido fogatas en las papeleras, escogido a un cabeza de turco al que martirizar. Aun así la maestra salió al pasillo disimuladamente y nos dejó solos sin dedicarnos más que una breve mirada."

"La mayoría de mis compañeros se echaba sobre los cuadernos e intentaba dormir. Un niño evaluaba la calidad de la jornada durmiéndose encima de un papel milimetrado. Luego trazaba un círculo alrededor de la mancha de baba que había quedado y comparaba el tamaño y la forma con la mancha del día anterior."

"El absurdo sistema se basaba en ir pasando de nivel sin ningún tipo de supervisión. Incluso tenías que corregirte tú mismo los exámenes. El monitor (una alumna) te pasaba la clave con las respuestas y un lápiz rojo para señalar los errores."

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