sábado, 14 de febrero de 2015

Un personaje de Roberto Bolaño

A través de un artículo de Juan Bonilla, conozco a un "poeta" cura del Opus Dei, Ibáñez Langlois. Un personaje tan estrafalario que hasta le sirvió a Bolaño como motivo para crear uno de sus entes literarios. Dice Bonilla de él que es un poeta en guerra contra un mundo que corre el riesgo de irse a pique, un misógino mayor que el propio Catulo: considera que todas las mujeres son putas. Una "perla" criada en el seno más rancio de la Iglesia que angustia con poemas como este:

PROSCRITOS
Terroristas del mundo, alucinados, 
drogadictos, pilotos de la muerte, 
pervertidos de la profunda noche: 
habéis equivocado los caminos. 
En Dios está el terror y la violencia 
y la gloria y el sexo y la ignominia. 
En Dios está la ciencia y la locura 
y el fruto prohibido y el horror. 
Venid, adoradores, al peligro 
y a los vértigos de su santo rostro.
O esto:
Jesús en ti confío pero tú 
no confíes en mí que en un abrir
y cerrar de ojos te he crucificado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario