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sábado, 16 de junio de 2012
Extracto de "Bilis", primer capítulo
miércoles, 13 de junio de 2012
Poema de la media noche
del lugar de la memoria en el que medran los tumores más dañinos,
más ponzoñosos,
los que provocan la caries del pasado
y descubren en su crueldad la herida abierta de un recuerdo
de gangrena.
Del fondo de la cava en el que, mohosa,
se pudre nuestra vida,
invadida por una capa de orín
que nos atrofia,
y nos empuja a mirar hacia arriba:
hacia el pasado, para no ver sino la niebla del recuerdo;
hacia el futuro, para no adivinar sino un turbio olor a humedad y a fosa.
Desde aquí, desde esta gruta vana que vacían los días,
os hablo, perdido a las dos de la mañana,
en la poza más profunda y más agria.
Dejad que me ahogue la noche
hasta apagarme las palabras,
dejad que se hunda mi mirada
en la oscuridad más rotunda,
dejad que los labios se anuden
con puntadas de estraza, dejad...
sábado, 9 de junio de 2012
¿A quién le puede interesar "Bilis"?
viernes, 8 de junio de 2012
"Bilis", sinopsis
jueves, 7 de junio de 2012
Bilis, casi lista
lunes, 28 de mayo de 2012
sábado, 26 de mayo de 2012
La amante tóxica
Se despojó de su blusa de raso,
dejó caer la falda hasta la orilla de los tobillos,
destazó sus zapatos de tacón alto,
luego se desprendió de las ligas
y despegó las medias de sus muslos,
se arrancó las bragas francesas de punto,
descorchó el sujetador de lencería islandesa.
Me paré a observarla y comprobé asombrado
su mirada de cristal,
su piel de plástico bruñido,
su pubis denso con rizos eléctricos de alambre,
sus pezones de goma espuma y caramelo.
Le apreté un pecho y de su boca brotó un gañido
de tetera hirviente,
la abracé,
le di la vuelta,
y leí en su nuca:
"no morder, producto tóxico".
viernes, 25 de mayo de 2012
Voces prestadas
He leído tantas palabras
que no sé si mi voz es mía,
tantas voces me han desgarrado,
tantas lenguas me han zaherido,
que no sé si mi voz es mía.
Oídme falso en los foros cibernéticos,
oídme atropellado en las noches de amor,
oídme turbado en los días de bar,
oídme confundido en la oquedad de las aulas,
y no escucharéis nada
sino un eco disperso
de voces prestadas.
Una olla podrida de salivas y labios,
una orquesta informe de trazos y manos,
una voz sin voz que oculta muchas voces.
domingo, 20 de mayo de 2012
miércoles, 16 de mayo de 2012
"Ardiente mar"
Ardiente rompe el rumor del mar
riendo entre los remos.
Ardiente sorbe el seso el sol
en el sopor de las sienes.
Ardiente bebe el mar la brisa
y lo borda en las bocas.
Ardiente niega la arena las nubes
y navega ardiente en los nudillos.
Ardiente sol, ardientes arenas,
dejad a la brisa y al mar
que arrastren nuestras "caenas".
jueves, 10 de mayo de 2012
Suave se ocultó la noche
Suave se ocultó la noche,
nadie se opuso a la aurora,
ni siquiera los amantes
de semilla, sangre y sombra,
tampoco los panaderos,
de pala, puño y pistola,
ni aun ladrones y asesinos
que matan, sueñan y roban.
Dócil llegó la mañana
para alejar las alcobas
de los perfumes intensos
del amor y de las lobas,
para ahuyentar el calor
de harina de las tahonas,
para salvar de la muerte
a la amada triste y sola.
domingo, 6 de mayo de 2012
Poemas de amor
Quería que le escribiera un poema de amor,
pero no quedaba tinta en el tintero,
entonces me recordó que yo no escribo con pluma.
Quería que le escribiera un poema de amor,
pero se le rompió la punta al lapicero,
entonces me avisó de que traería un cuchillo.
Quería que le escribiera un poema de amor,
pero el ordenador se había colgado,
entonces llegó ella con un sacapuntas.
Quería que le escribiera un poema de amor,
pero se acabó el papel,
entonces apareció con la sábana blanca del ajuar.
Quería que le escribiera un poema de amor,
salí corriendo y cuando apenas la veía,
grité: "¡Prefiero recitártelo!"
sábado, 5 de mayo de 2012
"Bilis", revisión de su tripa
viernes, 27 de abril de 2012
El sueño lúbrico de un estudiante de bachillerato
por la alcantarilla.
Un complemento predicativo
salió despedido por el desagüe,
mientras que una subordinada preguntaba por su función.
Las escuelas se mesaban los cabellos
presagiando un fin trágico
para los análisis sintácticos
y una maestra desnuda
gritaba por las calles anunciando
la hecatombe de las oraciones coordinadas.
Nadie sabía ya qué hacer con los diagramas,
nadie sabía ya cómo nombrar las bandejas bajo los sintagmas.
Todo se hundió con la depresión de los gramáticos,
ni siquiera servían las tisanas de ortografía
ni los emplastos de pragmática textual.
Se desvanecieron los predicados y arrastraron al limbo a los sujetos,
ni siquiera los académicos pudieron rescatar al complemento circunstancial.
Solo las conjunciones sobrevivieron,
solo esos pequeños eslabones
que ya no unían a nadie.
Salieron de la página abrumados por la soledad,
desnudados por la ausencia de los grandes términos que los arropaban.
Cuando solo quedó la "y", abandonada a su suerte en medio del fondo blanco,
se oyó un estruendo de muchachos vitoreando la desgracia.
miércoles, 25 de abril de 2012
Torrente maldito XVIII
Mi fragmento:
-Sigue, Clara –la animó su abuela ante una pausa que se hacía interminable-, lo estás haciendo muy bien, has conseguido captar la atención de tu madre y la mía. Ahora te falta lo más difícil: llevarnos hasta una sensación que nos penetre de tal manera que se nos erice el vello de los brazos. “Saqué fuerzas de nuevo y volví a lanzar el brazo. Recorrí con las yemas de mis dedos un cuerpo inmóvil, rígido, que ya no resoplaba en mi nuca. Parecía un muslo desnudo lo que estaba tocando. Oía mi corazón como si estuviera colocado sobre la almohada, cuando noté cómo me acariciaban con suavidad el dorso de mi mano intrépida…
El de ÁLEX:
martes, 17 de abril de 2012
"EL GAMBITERO, 2012"
Acabamos de finalizar la maquetación del nuevo periódico del instituto con el que participamos en el concurso nacional "El País de los Estudiantes". Os dejo aquí la dirección web para que veáis el trabajo de este año, solo tenéis que copiar la dirección e ir a la provincia de Cuenca y luego al periódico de San Clemente:
miércoles, 11 de abril de 2012
Torrente maldito (XVII)
Penúltima entrega de Torrente Maldito. La historia llega a su final y será el último alumno al que le tocará concluirla. Es cierto que se han dado bandazos a un lado y a otro, pero ahí reside la gracia, a veces, de un relato común. Os dejo mi entrega y la de ISMAEL LASERNA.
martes, 10 de abril de 2012
A veces los poemas no son poemas
viernes, 6 de abril de 2012
Retruena el aldabón
¡Toc, toc!,
miércoles, 28 de marzo de 2012
Poesía ya no eres tú..., ni ninguna otra
Y la llaman poesía,
jueves, 15 de marzo de 2012
TORRENTE MALDITO XVI
El cuento llega a su final, solo quedan tres entregas. Aquí os dejo la de ELENA ROMERO y la mía. En cuanto terminemos, intentaré hacer una copia para cada uno. Ahí van:
La mía:
En el aeropuerto de Bristol, un viento húmedo y violento contraía los gestos de los que trabajaban a pie de pista. Lena recibió a Germaine y a Carla con la frialdad acostumbrada. El porte adusto de la vieja sobrecogía a su nieta como si fuera un ama de llaves recién salida de una película en blanco y negro. Sentía hacia ella un cariño extraño, como si ya estuviera muerta y su figura fuera la de una imagen vista en la pantalla de cine. Su frialdad no les extrañó en absoluto. Ella solía emitir una humanidad mínima a la que madre e hija estaban acostumbradas. Apresó la maleta de Carla, con sus manos de estibador y la miró desde la distancia inmensa de sus 1,90 metros de altura para espetarle un “estás muy delgada”. Subieron al Rover desvencijado de la abuela, en el que su envergadura se erguía con dificultad. Atravesaron el puente de Clifton y cruzaron diez frases breves con las que resumieron los dos meses sin verse. Posiblemente fuera ese seco comportamiento el que servía a Lena para realzar su comportamiento íntimo con su nieta cuando se acercaba la noche. Después de cenar, se apostaban tras las faldas de una mesa camilla tan antigua como su dueña y esperaban a que la abuela les contara una de aquellas historias sangrientas que relataba con el sello del suceso real. Lena mordía las palabras con delectación y las envolvía en terciopelo hasta dotarlas de un ronroneo grave que encantaba los oídos de su incondicional auditorio. Se sacó de la memoria la historia del sacamantecas de Portishead. Aquel relato le sonaba a Carla de su lejana infancia y le gustaba escuchar de nuevo las peripecias terroríficas de un asesino sin escrúpulos que se dedicaba a abrir el vientre de sus jóvenes víctimas para elaborar con las vísceras platos de alta cocina. Más de una vez, Germaine recriminó a su madre para que no contara aquellas cosas ante su hija, pero le respondía con una mirada de desconsideración que no admitía réplica. Cuando hubo terminado, Carla quiso, por primera vez, contar su propia historia.
La de ELENA ROMERO:
Dejaría a los niños con una prima suya que vivía cerca de su casa, ya la había llamado y ésta estaba de acuerdo en quedarse con los niños durante algunos días, así que llevó a los niños con su prima y después volvió a Benidorm para salvar a Mikel. Pero, ¿dónde buscarlo?. Fue a la casa donde Mikel vivía y allí no había nadie, empezó a buscar por toda la casa algo que le dijera a dónde se lo podrían haber llevado, entró al salón, todo estaba destrozado, mesas y sillas rotas, cojines y cuadros en el suelo, pero algo le llamó la atención, era una tarjeta con un número y una dirección, probablemente allí se habrían llevado a Mikel para interrogarle y retenerlo hasta encontrar las suficientes pruebas de que él había cometido esos asesinatos y así poder llevarlo a la cárcel… Fue hasta allí, se trataba de una gran casa de varias plantas, blanca y con grandes ventanas, una de ellas estaba abierta y a través de ella Carla accedió al interior de una de las habitaciones, empezó a buscar a Mikel, pero no lo encontraba, buscó por toda la casa y finalmente encontró una puerta en la que había varias cerraduras, pensó que seguramente Mikel estaría allí, pero ¿cómo abriría aquella puerta?
domingo, 11 de marzo de 2012
Instrucciones para componer un poema clásico
Ayer no conseguí ajustar la medida de los versos,
sábado, 3 de marzo de 2012
Calamidades de un escritor sin lectores o el tocador de una puta de lujo (I)
domingo, 19 de febrero de 2012
Torrente maldito (XV)
Continuamos con el relato, ahora nos encontramos nada menos que en Benidorm, según la trama de los alumnos. La mía sigue con traiciones amorosas, después de la casualidad paranormal de la única fecha que ha aparecido en el relato hasta ahora. Os dejo el fragmento propuesto por PAOLA CASTILLO y el mío.
El mío:
La mañana del 29 Raquel y Marcelo se dirigían hasta la casa de Carla para despedirse de ella. La muchacha había pasado dos horas ante el espejo para moldear su media melena castaña que enmarcaba un rostro redondo y gracioso aún marcado con las espinillas de la adolescencia. El denso maquillaje que utilizaba su madre empastaba ahora los volcánicos restos de su maldita pubertad. Se presentó ante Marcelo radiante y dispuesta a cualquier cosa. La experiencia del chico en el trato con el sexo opuesto le indicó que pocos esfuerzos debería realizar para conquistar a la presa que tan dócil se le presentaba.
Raquel coqueteaba con descaro, mientras Marcelo la observaba con la tranquilidad del depredador que sabe suya la presa. Se regodeaba ante la seguridad de la entrega incondicional de que hacía gala Raquel, enfundada en un brillante plumífero blanco que resaltaba la mirada descarada de sus ojos oscuros.
-Me gustaría tener amigas tan leales como las de Carla. Siempre he pensado que ella no os merece. Sobre todo a ti, Raquel, tan atenta con ella y tan preocupada por su situación sentimental. Me demuestras una madurez que no he visto en chicas de tu edad –lanzó el anzuelo de la adulación Marcelo para terminar de enganchar a la ya encantada muchacha.
-Más de lo que tú sabes, Marcelo. Te voy a confesar, ahora que ya no vas con Carla, que siempre he estado por ti, pero no te lo he dicho por respeto a ella –se lanzó Raquel sin ningún preámbulo y casi con desesperación sobre aquel chico perseguido por la mitad de las muchachas del instituto.
-Me vas a poner rojo, Raquel –mintió Marcelo-. Yo creía que no ibais a mirarme a la cara después de dejar a Carla y me jodía, más que nada porque a mí siempre me habías gustado más que tu amiga, pero creía que eras inaccesible, que no me harías ni caso si te hablaba. En realidad, cuando me acerqué a vosotras fue porque tú me atraías, pero no me atrevía a decirte nada. Cuando Carla me abordó en la discoteca no supe decirle que no por miedo a su reacción, pero en realidad la que me interesabas eras tú, Raquel –le lanzaba con suavidad las últimas palabras a la vez que, dulcemente, aproximó su mano desnuda al guante de la chica hasta entrelazar sus dedos y confirmar su entrega con una mirada melosa que les detuvo en mitad de la acera. Ella enarcó sus brazos alrededor de su cuello y lo aprisionó con torpeza nerviosa. Él calmó su sed con un beso tan hondo como falso...CONTINUARÁ
-El de PAOLA:
Carla y sus hijos llevaban ya un par de años viviendo en la casa del padre de los gemelos. Los niños le querían mucho y Carla estaba tranquila. Parecía que durante estos dos años la felicidad había llegado por fin a la vida de Carla y había conseguido olvidar aquel terrible capítulo de su vida en el que esta dio un giro por completo. En cambio, algunos días le era imposible dominar su instinto asesino y se dejaba llevar, lo que hacía que Carla no pudiera dejar de matar gente inocente para beber su sangre.
Los vecinos de Benidorm empezaron a inquietarse por la cantidad de asesinatos que ocurrían desde que Carla y sus hijos se mudaron a la ciudad, así que reunieron un grupo de personas que se dedicara a averiguar lo que ocurría. Después de varios meses de investigación llegaron a la conclusión de que en aquel lugar vivían vampiros.
Carla, ajena a lo que estaba ocurriendo, caminaba hacia la guardería para recoger a sus hijos. En la entrada había muchas madres reunidas, esperando a que sus hijos salieran. Carla se unió a la conversación, pues parecía interesante: Las mujeres hablaban sobre el grupo de investigación que hace poco se había creado en el barrio, la noche anterior habían entrado en una casa en busca de aquellas criaturas y salieron con un hombre; aunque le sujetaban entre todos él era capaz de tirarlos al suelo con un empujón y dos veces estuvo a punto de escaparse. Aquél hombre tenía la piel pálida como la nieve, y según la gente que les vio, llevaba la boca llena de sangre.
Al escuchar esto, Carla empezó a tambalearse y sus piernas comenzaron a temblar. Dio varios pasos hacia atrás y se sentó en uno de los bancos que había en la acera. El miedo se había apoderado de ella. Por la descripción que le habían dado las mujeres y el lugar en el que había ocurrido, supo con certeza que el hombre a el que se habían llevado era Mikel y, por lo tanto, no tardarían en ir a por ella...CONTINUARÁ
martes, 14 de febrero de 2012
Las cifras conocen el misterio del calamar
El déficit se abrió las venas
Si tienes corazón, envuélveme los nudillos
No seduzcas a tu madre,
miércoles, 8 de febrero de 2012
La soledad y el cirujano
Cuando la soledad me abraza
viernes, 3 de febrero de 2012
Torrente maldito (XIV)
Un nuevo fragmento de Torrente maldito. Ya nos acercamos al final. En este caso es SORAYA ARAQUE la autora. El cuento no para de dar giros a un lado y a otro, igual estamos inventando un nuevo género. También os dejo mi continuación.
Capítulo II: “Bristol”
La noche del 29 de diciembre, Carla se encontraba en su habitación rellenando la maleta con la última entrega de Colmillos de terciopelo. Las manos le temblaban todavía recordando los últimos sucesos. No había descansado en condiciones desde hacía dos días. Dejó la maleta a medio hacer, y se recostó sobre la cama. Apagó la luz y buscó con desesperación la inconsciencia del sueño. Apenas había relajado su cabeza sobre la almohada cuando la sobresaltó un resuello débil que no sabía de dónde procedía. El silencio lo llenaba todo salvo una leve respiración que sonaba muy cercana. La ventana estaba sellada y las persianas echadas. Su madre hacía ya un buen rato que se había acostado tras recordarle que descansara, pues al día siguiente emprenderían viaje a Inglaterra donde las esperaba la abuela. En un principio, creyó que el sonido era producto de su imaginación. Cerró con más fuerza los párpados y se cubrió con la almohada. El resuello sordo se convirtió en un jadeo ahogado de moribundo. Comenzó a sudar nerviosamente. Escuchó con claridad el estertor apagado. Pese al pánico que comenzaba a inundarla de nuevo, intentó localizar la procedencia de aquella respiración de viejo cansado. Retiró la almohada, buscó el interruptor de la lámpara de su mesita de noche, pero el bailoteo de la mano la hizo caer. La bombilla estalló y el corazón de Carla comenzó a bombear furiosamente en el abrigo del pijama. El rugoso jadeo se hacía ahora más evidente. Llegaba desde debajo de la cama y había abismado a la muchacha en una congoja angustiosa. Se arrebujó bajo las mantas y notó cómo un hálito gélido le helaba la nuca. El resuello era ahora mucho más próximo y se podía distinguir el difícil paso del aire por cavernas de espinas. Carla intentó gritar para llamar a su madre, pero no pudo, el aliento de moribundo que parecía haberse colado ya en su cama la tenía maniatada. Se atrevió a lanzar su brazo hacia atrás…
Y el de SORAYA ARAQUE:
Ella se creía que todo era un sueño, pero no era así. Carla le dijo que eso ya no le importaba, ya que era agua pasada. Mikel, loco de contento, la abrazó y le dijo que se le había ocurrido la idea de alquilar un pequeño apartamento en Benidorm donde ellos podían vivir tranquilamente sin molestar a nadie. Carla aceptó y en unos pocos días se marcharon. Al cabo de un mes, Carla se quedó embarazada de mellizos y Mikel estaba loco de contento. Al pasar los nueves meses, nacieron dos niños preciosos, pero había una cosa que a Mikel no le cuadraba y era que los niños tenían la piel negra, entonces él pidió hacerse las pruebas de genética para asegurarse. Al cabo de una semana las pruebas dieron que no eran hijos de él. Carla no se imaginaba que Mikel había hecho eso. Entonces ellos hablaron con la verdad y Carla le confesó que fue con un viejo amigo que ella se encontró por la playa mientras que Mikel estaba limpiando el apartamento. Él se enfureció y la sacó a la calle junto con los niños. Ella no sabía dónde ir, entonces decidió llamar al padre de los niños y contarle toda la verdad para que los acogiera y así fue. Los niños fueron creciendo y se dieron cuenta de que su madre tenía algo raro que las demás madres no tenían. Unos amigos le dijeron que lo más probable es que su madre fuera... CONTINUARÁ.
miércoles, 1 de febrero de 2012
El amante de la muerte
domingo, 29 de enero de 2012
Torrente maldito (XIII)
Por fin, después de las fiestas, Eva Poveda me ha enviado la nueva entrega del relato. Aquí os lo dejo, junto a mi fragmento. Ya quedan pocos. El próximo día habrá sorteo para ver quién es el próximo en colgar el relato. Sabéis que el último tiene que dar colofón al mismo y que lo intentaré editar de manera casera para que lo podamos tener todos. Un saludo.
-¿Y las chicas de segundo no tuvieron nada que ver en lo vuestro? –apuntó Julia, todavía no del todo absorbida por el aura del macizo.
-Julia, tú sabes que yo tengo muchas amigas –colocó su mano conciliadora sobre el antebrazo de la chica, que tembló ante el nuevo contacto-, pero nunca le he sido infiel a Carla. Cuando me comprometo, lo hago con todas las de la ley. Te aseguro que rompí por su bien. Ella me había convertido en el co-protagonista de sus fantasías aberrantes y creo que si me aparto y vosotras la ayudáis es posible que no pase a mayores.
-Será difícil que la podamos ayudar en algo. No se deja, y, además, mañana se va a Bristol para ver a su abuela, que está más loca que ella –sentenció Denia, aburrida ya de oír hablar de Carla y de que nadie reparara en el nuevo corte recto de su flequillo moderno.
Raquel advirtió el coqueteo de Denia y se levantó con la excusa de ir hasta la barra para pedir algo. Se inclinó sobre Marcelo asiéndolo del hombro:
-No le des más vueltas –le susurró al oído-, dime qué quieres, y olvídate de Carla. Nosotras trataremos de que entre en razón, pero esta tarde podrías venir conmigo a verla y así te disculpas, quedas bien conmigo al lado y la tranquilizamos. Nos despediremos de ella y le pediremos la llave del Edificio Central que yo te dejé.
Denia intentó escuchar lo que Raquel estaba murmurando, pero Julia se dirigió a ella para confirmar las palabras del chico sobre la obsesión de Carla. Cuando volvió su vista hacia ellos, su hasta entonces amiga le ofrecía un botellín, a la vez que inclinaba su busto descaradamente sobre la espalda de Marcelo. CONTINUARÁ.
El texto de EVA POVEDA:
Carla estaba muy a gusto con él. Pasaron unos días juntos recorriendo el mundo, el vampiro al tener una larga vida conoció muchos lugares y los quiso compartir con Carla. La llevo a París, la India, México, un sin fin de lugares, conociéndose, pasándolo bien, e intentando olvidar todo lo ocurrido con la madre de Carla y sus amigos. Carla y el vampiro cambiaron de táctica ahora solo mataban a violadores, asesinos, ladrones, etc. Eso no cambiaba que estaban matando pero hacía que Carla se sintiera mejor. Un día Carla le preguntó al vampiro porque la trataba tan bien y cuidaba de ella. El vampiro se puso algo nervioso Carla notó cómo le temblaban las manos, después de un rato en silencio el vampiro miró a Carla a los ojos, esta vez sus ojos no eran de rabia e ira, todo lo contrario daban la impresión de dolor y nostalgia. El vampiro se decidió a hablar:
-Mikel: Carla, cuando te cuente esto, todo cambiará, no sé lo que pensarás de mí. Me llamo Mikel nací en Alemania en 1802.
-Carla: no lo puedo creer, tienes…
-Mikel: si tengo 210 años, yo vivía feliz en Berlín mis padres murieron y heredé todo un imperio con solo 22 años. Tenía una vida perfecta, grandes amigos, era rico, y lo más preciado, mi prometida, Mariana. Estábamos muy enamorados y un día le pedí que se casara conmigo, ella aceptó. La noche de antes de la boda mis amigos decidieron hacerme una fiesta para despedir mi soltería. Esa noche estaba en el bar con unos amigos y salí a que me diera el aire y a reflexionar sobre el día que me esperaba, a la calle, a un callejón que había justo detrás del bar. De repente escuché un paso detrás de mí, todo fue muy rápido…, solo recuerdo que me desperté con los rayos del sol agonizando, aturdido, sin saber lo que había ocurrido y de repente me acordé de que era mi boda con Mariana. Fui a mi casa, mi familia me hizo muchas preguntas, yo no me acordaba de nada. Todos, incluso yo, pensamos que fue una simple borrachera, me vestí y fui a la iglesia. Cuando llegué solo pude contemplar su belleza e inspirar su olor, era delicioso una mezcla entre frutas y lavanda y sentí un deseo irrefrenable de saciar mi sed que hizo que delante de todo el mundo fuera ante ella y acabara con su vida.
Después de contar esto, Mikel se sentó mientras que le caían pequeñas lágrimas sobre sus mejillas, sonrojadas de la vergüenza al contar que había acabado con su amada, y siguió hablando:
-Mikel: Soy un monstro…
-Carla: No lo eres, te guiaste por un impulso igual que yo con mi madre. Pero, ¿qué tiene que ver esto conmigo?
-Mikel: Un día venía de alimentarme y decidí parar a descansar al viejo edificio abandonado. Cuando estaba descansando la vi, era Mariana, su olor era algo cambiado, pero igual o más apetecible, la até a la silla y allí la observé hasta convertirla en vampiro, después llegaron sus amigos…
-Carla: ¡Para, para, estás hablando de mí, del día en que nos conocimos, no de Mariana! Mikel se te ha ido la cabeza.
Mikel: Carla, tú eres Mariana, eres tú, tienes su rostro, su olor, sus ojos…, ¡has vuelto amor mío, has vuelto! Por eso te mordí, para que pasáramos juntos toda una eternidad… CONTINUARÁ
domingo, 22 de enero de 2012
Ni siquiera los pies me dan consuelo
Al observar con detenimiento el horizonte,