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martes, 19 de julio de 2022

Enseñar para un mundo que no existe

El director del informe Pisa dice que el sistema educativo español prepara para un mundo que no existe. Y yo me pregunto, ¿alguna vez, algún sistema educativo ha preparado para un mundo que exista? Es más, ¿existe el mundo?, ¿cuál es ese mundo del que habla el director del informe Pisa?, ¿el suyo, el de los administradores y rectores de la alta sociedad intelectual?; ¿el mío, el de un humilde profesor de secundaria que vive y deseduca en una zona rural?; ¿el de las redes sociales y los medios de comunicación (hay algún mundo más irreal que ese)?; ¿el de la Cañada Real?; ¿el de Orcasitas?; ¿el del barrio de Salamanca?; ¿el de un pueblo de Cuenca?...

Sí, somos modernos, capitalistas, estamos globalizados, interconectados, abrumados incluso por la tecnología, pero ¿de veras la esencia del ser humano cambia tanto como para que en la educación haya que revertir a cada momento los principios fundamentales que nos convierten en seres sociales? No soy muy diferente a los personajes que veo deambular en los cuentos de Chéjov, por ejemplo, ni poseo pulsiones distintas a ellos, tampoco mis alumnos. ¿No será que lo que quiere y han querido siempre los que administran los sistemas educativos no es prepararnos para la vida, sino prepararnos para el mercado, convertirnos en meros consumidores y peones adocenados del sistema? Lo tengo decidido, vamos no me queda otra, al curso que viene seguiré educando a mis alumnos para un mundo que no existe, pero que desearía que existiera.       

lunes, 18 de julio de 2022

Estampas bucólicas

El campo parecía infinito, armado con verdes intensos del norte. Esto es el páramo y no estamos acostumbrados a la hierba fresca y al paisaje que nos presta la lluvia constante. Paseo por las veredas, oigo el rumor de los arroyos y el repicar cristalino del agua contra la piedra. Los jilgueros gorjean y las serpientes se deslizan sigilosas entre los frescos pasillos de la verdura. Uno aspira con fruición los vapores de la lluvia recién caída y la humedad del ambiente. El verano se ha escondido tras unas nubes persistentes que alivian la canícula y alegran el llano con colores de pintor prerrafaelista. Una carrasca sirve de hito en el camino. A su pie me dispongo a almorzar. Oteo el horizonte, un cernícalo acecha las correrías de un conejo y, al fondo, un bulto despierta mi curiosidad. Me acerco, con sigilo, parece la sombra de un corzo, de un rumiante grande, nada habituales en nuestros llanos. Sigo aproximándome, se perfila, se va formando la silueta, lo identifico, lo veo casi con nitidez y me paro en seco. Sí, no cabe duda, se acaba de subir los pantalones y con cierta furia me grita: "¡Qué miras, dominguero, no has visto nunca cagar a un hombre de bien!"   

jueves, 14 de julio de 2022

"Libérame Domine" de Gracia Aguilar Almendros



En Libérame Domine Gracia Aguilar escancia las palabras, las filtra a través de un cedazo tupido para escoger solo las necesarias, las que sirvan para cauterizar heridas. Hay una intensidad sentimental tan acogedora como la mística en la que se asienta su título. El poemario empieza citando a san Juan de la Cruz ("Aunque es de noche") y no lo desmerece. La sensualidad da aroma a los versos con higueras, pan, zumo y albaricoques. La naturaleza se transforma en sabiduría y se convierte, a veces, en una poeta polaca. Gracia cuestiona la fiabilidad del recuerdo e insiste en la necesidad de perderse en la pasión, de abandonar el mundo racional. Una necesidad de embriagarse de luz. El pasado, en ocasiones, es doloroso y se reivindica la fuerza interna que nos mantiene en pie. Se desenredan serpientes y rencores. El tacto se convierte en terapia necesaria: la peluquera, la madre, Safo, la esteticién. Tres versos: "Sacudo / mi nuca estremecida / por la ternura de la peluquera". Los pájaros son caricias cálidas que nos dan cobijo en la intemperie de la carrera. Y llegamos a la cumbre, a "Mitología familiar", poema tan breve como redondo, en el que la historia íntima se cita con lo atávico. El sufrimiento de una gata vieja, nos traslada a la angustia de lo efímero, "Hoy acaricio / el tiempo que nos queda". Y reclama, "lámeme el alma", porque en este poemario se destila a partes iguales el dolor y el bálsamo. En un mundo de ritmo mecánico "masa, relleno, masa", solo la poesía se yergue como solución y hay una cierta pesadumbre por haber permanecido en el lugar de siempre, bajo el cobijo del padre, en no haber huido, en someterse a los ritmos de la necesidad. Termina Gracia con un sueño, ella, mujer desnuda, sustituye a una virgen en la catedral y todos los seres se rodean de agua y se funden con esa nueva deidad. La esperanza es luz, una luz nueva que se otea desde lo alto del fin del mundo.

"Estoy aquí,

sobre el acantilado,

Un, 

      dos,

             tres,

                    Splass".      

domingo, 10 de julio de 2022

Hostias con la mano abierta

He recordado esta mañana una hostia que me dio el cura de mi pueblo cuando yo tendría unos once años, Jerónimo se llamaba. En el colegio, antes de entrar en clase, nos obligaban a cantar en el pasillo el "Dios te salve... bla, bla, bla..." Yo me lo sabía, porque ese cura me acojonaba, pero esa tarde andaba yo pensando en Topo Gigio (acababámos de ver la película en el cine Pérez). No es que me cautivara el personaje, pero siempre me rondaban disparates por la cabeza, igual que ahora. La hostia me la dio con la mano abierta, ocupando todo el pescuezo. Me estampó contra la pared y me arañé la frente con el estucado. Era potente el tal Jerónimo. Solo por no cantar la Salve, bueno, por no mover los labios, porque sabía que muchos de mis compañeros ni siquiera se la habían aprendido. Desde ese día he odiado a Topo Gigio. Es curioso, pero a quien me dio la hostia no le guardo rencor. Incluso me jodió más que no la recibieran quienes no se sabían la oración. Así se va forjando la sumisión religiosa: sientes la culpabilidad tan honda que no identificas nunca al verdadero responsable de la violencia y se te invita a odiar a quienes no participan de tus ritos.    

jueves, 7 de julio de 2022

La "mákina" del amor

Hoy, en clase de 3º de ESO, hablábamos del amor platónico y del amor cortés cuando, de repente, un chorro de agua a presión se ha colado a través de las ventanas. Un camión de riego se esmeraba tanto en su afán por limpiar el barro de las calles que ha interrumpido el dilema entre el "crush" y el neoplatonismo. He salido para que no nos siguieran mojando y me he encontrado con el camión de frente: en cada una de las puertas, la imagen de una mujer medio desnuda y un lema en el faldón, "La mákina del amor". Los astros se han conjuntado: Dante, Petrarca y el hombre de la manguera unidos por los tópicos eróticos a través de "océanos de tiempo", como decía Drácula.

miércoles, 6 de julio de 2022

El tiempo como Photoshop

Como estupendos idiotas que somos, solemos arremeter contra las leyes de educación para eximirnos de nuestra responsabilidad como docentes y esgrimimos, con mucha convicción, erratas, errores, faltas ortográficas y solecismos gramaticales de los alumnos para argumentar lo mal que está la educación y lo mal que nos tratan nuestros políticos, culpables de todas las penurias académicas que nos asuelan. En particular, es casi un lugar común nombrar a la LOGSE como el principio de todos los males. Yo mismo lo he practicado. De hecho, hace poco publicaba una entrada quejándome de la voracidad de la gente de la ESO. Pues bien, hoy, una alumna de 3º de ESO, para contradecir a toda esta caterva de predicadores contra la enseñanza moderna (entre los que algunas veces me he incluido), me ha entregado voluntariamente unos poemas que ha escrito. No la conozco apenas, ni siquiera se puede decir que tenga esa influencia perniciosa del culto al profesor porque acabamos de empezar las clases. La calidad de su poesía (3º de ESO) sobrepasa con mucho cualquier cosa que haya escrito yo. Es espontánea, natural, sincera, profunda, sencilla. Ha escrito poesía sin saber que es poeta de los pies a la cabeza. Sí, es una excepción, claro, por supuesto, como era una excepción cualquier alumno que en mi época se interesara por la literatura (me remonto a los años ochenta, antes de la LOGSE). Sí, es una excepción, pero haciendo una revisión rápida, conozco más excepciones de los alumnos de la ESO que de alumnos de BUP y COU, con mucha diferencia. El tiempo, ya lo sabéis, es un gran Photoshop, restaura el pasado más catastrófico.

domingo, 3 de julio de 2022

Ajustarse a los relojes

Paseo por los pasillos del instituto. Las aulas tienen la puerta abierta y se oye a los chicos entonar una melodía con la flauta, responder a un profesor con nerviosismo, leer en voz alta un poema de Machado, hablar en inglés... Al volver la esquina, atruena la música bélica y una voz metálica nombra a Hitler y a Mussolini. Me cruzo a un chico enmascarado, como yo, que se apresura por ir al baño. Las voces chispean, lejanas e inocentes, ensayan para ser adultos, se preparan para ajustarse a los relojes. Esperan la siguiente clase y cuando empieza esta, la otra y así, las horas se van adueñando de sus pulsiones. Durante la infancia el tiempo no existe, se nos va grabando a fuego en cada uno de nuestros aprendizajes. Poco a poco, se nos adiestra para que pensemos en el futuro, para que seamos conscientes del tiempo, todo comienza a gobernarse con el imparable paso de las agujas o de los números digitales: a las 8:30, Lengua; a las 9:25, Inglés; a las 10:15, Historia; a las 11:10, recreo (media hora que pasa en cinco minutos); a las 12:40, Religión (¿Religión?, ¿por qué?); a las 12:35, Música; a las 13:30, Matemáticas (55 minutos que equivalen a 550). La mañana compartimentada, organizada, sin fisuras. Tediosa, interminable, sin resquicios para la anarquía, ni para la vida. Que la muerte del futuro lo gobierne todo, que la tiranía de los relojes ahogue la espontaneidad y la lujuria. Y la Religión, ¿por qué?        

sábado, 2 de julio de 2022

La dificultad de hacer comedia



Qué difícil es hacer buen teatro y todavía más escribir una buena comedia y, aún más, representarla con gracia. La comedia, desde sus orígenes griegos, era transgresión, escándalo, crítica de costumbres, incomodidad, acidez, bisturí envenenado. Luego, con el paso del tiempo, las imposiciones del poder y la abulia de la burguesía, la comedia se vistió de amabilidad, blandura, miel y polillas. Se pervirtió su sentido original, para acabar con su esencia. Solo unos pocos, casi siempre con problemas para estrenar sus obras, se empecinaron en ser fieles a sus principios revolucionarios. 

La risa es un método infalible para remover conciencias y avivar llamas extinguidas. La comedia, la gran comedia es el licor de los dioses, tan sabroso como difícil de conseguir. Me gustaría haber asistido a las obras de Aristófanes y de Menandro en su tiempo, porque si leídas en el siglo XXI, me resultan más apetecibles y voraces que la mayoría de las actuales, no quiero imaginar cómo las disfrutaría un griego de su época. He visto una Cantante calva esplendorosa, magnífica, con la que reí y gocé del teatro como pocas veces y también otra Cantante calva con la que por poco aborrezco las comedias de por vida. Me encanto todos los veranos con alguna comedia de Lope representada por la Compañía Nacional de Teatro Clásico; recuerdo un Enfermo imaginario desternillante; un Martes de Carnaval, apoteósico; al Brujo, un genio; a Els Joglars, magníficos... Pero son mucho más numerosos los bodrios a los que he tenido el disgusto de asistir. Porque la comedia es un arte reservado para los elegidos, para los enviados de los dioses, para los que tienen el don, tanto en su escritura como en su representación. Hace poco, en una crítica periodística, leí que en la comedia no hay que buscar las profundidades estéticas e ideológicas de la tragedia. Solemne barbaridad. Cuando la comedia es comedia de veras, no solo hay un mayor disfrute artístico, sino que las situaciones calan mucho más que las de una tragedia, aunque solo sea por su singularidad, porque encontrar una buena comedia es como hallar la cordura en las palabras de un político.

Iba a hablar de la versión que Juan Carlos Rubio ha hecho del Anfitrión de Moliére y que vi el viernes pasado en Albacete, pero lo voy a dejar aquí.     

viernes, 1 de julio de 2022

La literatura es asunto de frikis

Cuando abrimos la biblioteca en el recreo (si hace buen tiempo), solo vienen los frikis o los que tienen algún trabajo perentorio. Los libros se han convertido (yo creo que siempre lo fueron) en el refugio de los raros. Leer no es normal, exige de un esfuerzo que en la actualidad (y en cualquier época) pocos se ven dispuestos a abordar. Las mujeres han sido siempre las lectoras por excelencia. Es obvio, a más exclusión y represión, mayor implicación en actividades contestatarias como la lectura. No nos dejemos engañar por los nuevos eslóganes, la literatura sigue siendo la afición, la dedicación, la obsesión, de quienes se sienten al margen de lo establecido. Esa mal llamada nueva poesía, las novelas efectistas y los libros de autoayuda no son parte de la literatura de los desclasados. La rebeldía es más profunda que Máximo Huerta, que María Dueñas, que Marwán. Ellos no son miembros del club de los raros, no son literatura. Al menos, los frikis del instituto donde trabajo no preguntan por ellos, ni yo tampoco se los recomiendo.

lunes, 27 de junio de 2022

Certificados de excelencia

Hoy, en mi instituto, se han entregado los certificados a las alumnas que el año pasado demostraron su aprovechamiento pedagógico en las aulas. Y digo alumnas porque es así, de los 32 premiados, 25 han sido chicas. Es decir, los mejores expedientes de 2º y 3º de ESO de 2020-2021 han recaído en 25 chicas y siete chicos. La sentencia es abrumadora. Desde un tiempo a esta parte viene siendo así, en todos los institutos en los que he dado clase y la brecha es cada vez más grande. Es más, este año, los chicos de 3º de ESO parecen niños tutelados por sus madres o por sus tutoras, mucho más inteligentes, poderosas y maduras que ellos. El que no haya dado clase en estos niveles no puede ni imaginarse cuál es la distancia entre chicos y chicas. Lógicamente, cuando llegan a bachillerato, la mayoría de chicas es abrumadora, tanto en ciencias como en letras. Lo que es alucinante es que esta realidad no se traslade al mundo laboral. Esto viene sucediendo desde hace bastantes años, de forma cada vez más radical y, sin embargo, los puestos del poder siguen estando en manos de los hombres. Veo una clase de ESO o de bachillerato y no me cabría en la cabeza que los líderes fueran ellos, porque no lo son de ninguna de las maneras, porque son minoría y porque apenas tienen representación. ¿Por qué en las grandes empresas y en los partidos políticos no se muestra esta preponderancia de la mujer? No lo sé, pero es insultante. La mediocridad nos gobierna y dirige nuestras empresas, ¡cuidado!  

domingo, 26 de junio de 2022

"El dipo del rey"

Ayer, en clase de Cultura Clásica, un alumno vanguardista reinventó una de las tragedias clásicas por excelencia. Primero, le colocó un título imaginativo, novedoso: "El dipo del rey" y, luego, me escribió su argumento, según lo que él había entendido. Le pregunté qué quería decir "dipo" y me contestó, muy seguro de sí mismo, que era un sistema anticonceptivo que se empleaba en la Antigua Grecia (no me lo dijo con estas palabras, pero quería decir esto). Habíamos contado el argumento de la tragedia de Sófocles, la habíamos representado y estaba intrigado por ver su resumen de la trama. Esto es lo que me escribió: "Un tipo, con muy mala suerte, nace, lo abandonan en el monte como a Blancanieves y le atan los pies para que se lo coman las "jabalines" (hasta ahí, nada nuevo). Lo recoge un tipo que pasaba por ahí -lo mismo era el cazador de Caperucita Roja-, se lo lleva a los reyes de otro país y lo adoptan, como mis amigos a mí. Entonces (el "entonces" es imprescindible para continuar la historia) crece, se hace mayor, y un hijoputa (aquí le dije que cambiara esa palabra por otra) le descubre que no es hijo de sus padres. Entonces (otra vez) el tipo va a ver a un pavo de estos que adivina el futuro y no me acuerdo lo que le dice. Espera, sí, le  avisa de que va a matar a su padre y se va a casar con su madre; eso, sí, y que es Aries, cuernos, mala suerte. Se va de su pueblo y tiene un accidente con el coche. Mata a un tipo que, al final, creo que es su padre de verdad, aquí me he "liao". Entonces se le aparece un monstruo egipcio aficionado a los crucigramas. El protagonista adivina lo que le dice el monstruo y le dan un premio, va a ser alcalde de su pueblo. Y aquí viene lo gordo. Se tiene que casar con su verdadera madre, pero él no sabe que es su madre. Aquí me he vuelto a liar -el Álex me estaba pinchando con el compás-, creo que él, como estaba con la mosca detrás de la oreja, usa el "dipo", un condón de fabricación casera para no tener hijos con su madre. Total que su madre se acuesta con su tío y tienen dos hijas, pero el pavo no sabe que no son suyas. Cuando lo descubre se tira al tren y su madre o su mujer se va a Benidorm con su amante. Fin". Aún no le he puesto la nota.

jueves, 23 de junio de 2022

Astronáutica y pedagogía



Imaginad que os dedicáis a la astronáutica y que estáis trabajando en una estación espacial. Llega un día un autobús con turistas y, al pasar por vuestro puesto de trabajo os preguntan por la exploración del espacio. Vosotros, con más de treinta años de experiencia en el mundo de los cohetes, les explicáis lo difícil que resulta mandar a un hombre fuera de la Tierra y que nunca estáis seguros del todo sobre lo que va a pasar. En ese momento, esos visitantes, que lo más cerca que han estado de una nave espacial fue cuando se comieron un cornete "Apolo", empiezan a cuestionar vuestra labor y a deciros cómo deberíais preparar el fuselaje de la nave, cómo preparar a los astronautas y qué programas deberíais mejorar para conseguir un rendimiento mayor de los vuelos espaciales. No sé, ¿es impensable, no?, que alguien sin puñetera idea de astronáutica os diera lecciones sobre algo en lo que vosotros lleváis trabajando más de treinta años, algo tan complejo como un viaje espacial. No, no podría ocurrir. 

Bueno, pues esta distopía (si no uso esta palabra, me muero), al trasladarnos al ámbito de la enseñanza, se convierte en una realidad diaria. En los medios, en la calle, en el propio instituto, en los bares, periodistas, escritores, cantantes, camareros, banqueros, se nos acercan y nos dicen lo mal que hacemos las cosas. Cualquiera de ellos te diseña un plan infalible para aficionar, por ejemplo, a los adolescentes a la poesía o para hacerlos filósofos o ingenieros expertos. No sé que es más difícil, si lanzar un cohete al espacio o acertar con los métodos de enseñanza adecuados para moldear personas instruidas y críticas, no lo sé. Lo que está claro es que los especialistas en educación abundan por doquier, aunque el último contacto con un aula se remonte a la misma fecha en que se comieron el cornete Apolo. Los especialistas en astronáutica se ven poco. Somos un país de letras.    

lunes, 20 de junio de 2022

"Los Simpson" y la enseñanza



Hablando con las compañeras del departamento, llegamos a la conclusión de que los referentes del alumnado han cambiado tanto en tan poco tiempo que nos cuesta mucho vincularnos a ellos para que las enseñanzas que intentamos transmitir tengan un cauce propicio. Por ejemplo, yo, hasta hace poco, utilizaba la referencia de "Los Simpson" como cajón de sastre. En "Los Simpson" aparece gran parte de la cultura literaria universal: Shakespeare, Poe, Homero... A mí me servían, y mucho, para atraerlos hacia unas historias de las que ellos, con frecuencia, se sienten totalmente ajenos. Desde hace un lustro, los alumnos no conocen ya, salvo excepciones, a "Los Simpson". Son enlaces que sirven para conectarnos con su mundo, por muy alejado que esté del nuestro, y, cuando se pierden, es difícil encontrar otros tan útiles. Nos pasa también con series, música, películas, videojuegos, y no te digo ya con los libros. 

El abismo que nos separa de ellos es cada vez más profundo y esto, si me pasara a mí, que casi tengo la edad de Jordi Hurtado, no me extrañaría nada; pero lo sufren también profesoras relativamente jóvenes. Supongo que la dinámica frenética de los tiempos posmodernos hace que gente de 27 años (año arriba, año abajo) se sienta totalmente apartada de alumnos con 15. Los mundos que han vivido son muy similares, sin embargo, la necesidad de esta sociedad ultracapitalista de generar nuevos contenidos y productos de consumo cada medio minuto, provoca que no podamos subirnos a todos los carros y, menos a los de otra generación. 

Sin embargo, si lo pienso bien, tampoco es tan dramática esta brecha, porque hay otros materiales con que taponarla: la confianza, el trato amable, el dominio de tu materia, que te vean como a su abuelo y, el más fructífero, el sentido del humor. Ser un poco payaso (en el buen sentido) ayuda mucho a acercarte a estos seres de risa fácil y faltos de buenos acabados. Y ya hablaré otro día de la sintaxis.  

domingo, 19 de junio de 2022

Sobre la sintaxis y los quintacolumnistas

Es curioso cómo hasta los más avezados columnistas de la prensa española, escritores de renombre y que aprecio por su prosa literaria, sucumben ante la tentación de arremeter contra los cambios en la enseñanza, sean del tipo que sean, sin reparar en los argumentos, solo en su presunta defensa de la cultura ancestral. Los he visto clamar contra las modificaciones de las Ciencias Sociales, de la Historia, del Latín, de la Filosofía, hasta de la Economía, la Música y, ahora, de la sintaxis. No digo que no haya parte de razón en ese levantamiento abrupto que provocan los continuos y, a menudo, caprichosos cambios legislativos en la enseñanza; pero, también con demasiada frecuencia, los opinadores actúan, escriben y argumentan a partir de impulsos emocionales o demagógicos y no por razones de peso y conocimiento. El último ejemplo es un artículo de Marta Sanz en "El País", publicado el 15 de noviembre. La escritora, a la que admiro por muchos de sus libros, se lanza al abismo de las sentencias taxativas: "Sin sintaxis las posibilidades de comunicación se retrotraen a estados prehumanos", bueno, espero que la frasecita esté cargada de la ironía que esta autora les suele imprimir a sus textos, porque se parece y mucho a las arremetidas furiosas de Pérez Reverte contra todo lo que tenga que ver con los métodos académicos posteriores a Platón. No es cierto, como se interpreta en la columna de Marta Sanz, que se quiera acabar con la sintaxis en la enseñanza de la lengua, sino en darle más cancha a otras parcelas de la comunicación. Esto se viene proponiendo desde hace lustros, no es nada nuevo, y en la realidad de las aulas se avanza muy poco: la enseñanza de la lengua (en los institutos donde yo he estado) se sigue basando casi exclusivamente en la gramática y en la historia de la literatura, con lo que esto tiene de mecánico y de empobrecedor. Dice la autora de Farándula que con la sintaxis se perdería sentido crítico y sentido del humor, bueno, no sé, a mí nunca me han parecido graciosos los análisis sintácticos de las subordinadas adverbiales impropias, pero todo es ponerse; porque humor, lo que se dice humor se le puede sacar hasta a las columnas de Félix de Azúa. 

Yendo a la realidad que yo he vivido en los departamentos de Lengua por los que he transitado, os puedo asegurar que la enseñanza de la sintaxis está preservada por los siglos de los siglos; porque, por mucho que cambien las leyes educativas, pocos son los profesores que renunciarían a reducir su dosis de sintaxis semanal. ¿Quiere decir esto que el sentido del humor y el crítico tienen el futuro asegurado?, permitidme que lo dude. Es curioso que Marta Sanz relacione el sentido del humor con la sintaxis porque yo siempre la he relacionado a la inversa: los profesores que más énfasis ponen en los mecánicos análisis morfosintácticos da la casualidad que suelen ser los más graves y a los que menos les gusta innovar o reflexionar acerca de la metodología educativa, más que nada porque una clase de sintaxis se prepara fácilmente y una enseñanza de la lengua basada en el aprendizaje activo conlleva muchas horas de imaginación y planificación. Afirmar que, porque la nueva ley anime a reducir la sintaxis esta va a desaparecer de los currículos y de los libros, es tan falso como asegurar que Unamuno ya no se estudia en bachillerato (lo decía otro columnista de El Cultural al que admiro mucho, Rafael Narbona). Y, fíjate, nos hemos reído más en clase con los ensayos de don Miguel que con la yuxtaposición.    

sábado, 18 de junio de 2022

El nivel educativo en España y los argumentos falaces


El nivel educativo en España, en cuanto a la Lengua y la Literatura se refiere, es excepcional. Un profesor de instituto nos comenta que muchos de sus alumnos de bachillerato apenas cometen faltas de ortografía y puntúan los textos a la perfección. Es más, afirma que no se comen ni una sola tilde en los exámenes de mayor tensión: finales de 2º de bachillerato, selectividad... A algunos les gusta leer con verdadera pasión, le piden libros y recomendaciones literarias constantemente, tanto sobre literatura actual como sobre los clásicos. A otros les apasionan las teorías filosóficas de Nietzsche y las narraciones de Kafka. Hay siempre un grupo al que le gusta mucho escribir y le suelen llevar poemas y narraciones para que les dé su opinión. La asignatura de Literatura Universal, que él imparte, es optativa en 1º de bachillerato y es escogida todos los años por una gran proporción del alumnado de este nivel, lo que demostraría la afición incondicional por la letra escrita y por los clásicos inmortales. Para culminar su alegato nos asegura que el nivel literario y lingüístico del alumnado español es el mejor de todos los tiempos: desde 3º de ESO, la mayoría está familiarizada con los más importantes clásicos de la literatura española, desde La Celestina hasta Muñoz Molina, leen y analizan fragmentos de estas joyas de las letras y, en ocasiones, obras completas de algunos de ellos. 

Si leyéramos este artículo en la prensa (en realidad, no lo publicarían, porque solo vende lo negativo), nadie lo creería. En principio, los datos que se dan son todos ciertos, solo que se tiene en cuenta únicamente a un sector exclusivo del alumnado que, realmente, es así. El argumentario, por tanto, es falaz y no responde a la realidad general de las aulas españolas. Sin embargo, tendemos a dar crédito a la avalancha de artículos en los que se denigra la enseñanza de la Lengua y la Literatura, a pesar de que su método argumentativo es idéntico al que yo he utilizado para demostrar lo contrario: tomar la parte por el todo. Pero ya se sabe, cuando algo negativo se repite una y otra vez, se fija en el ideario colectivo y es difícil convencerse de que esa no es la realidad.    

viernes, 17 de junio de 2022

Cernuda en un bar

Hoy hemos leído a Cernuda en un bar. Las voces de los alumnos rompían, con letanía cristalina, el murmullo de los almuerzos y el reguetón de fondo. Al principio, parecía imposible que nos entendiéramos, difícil poder extraer algún placer a ese sonsonete que los primeros lectores le dan a los versos. Pero, sí, he terminado por escuchar únicamente la voz temblorosa, avergonzada un poco, de los adolescentes, enhebrada y apurada por el bullicio de la calle. Es más, Cernuda, parecía más Cernuda, en su casa, en aquella que añoraba y repudiaba a la vez; entre sus hombres, a los que amaba y odiaba; rodeados del aroma del café, el coñac y la cazalla. Hoy hemos leído a Cernuda y, aunque creíamos que su palabra se perdería en las brumas del bar, se ha enganchado a las tazas, ha impregnado los licores y se ha ajustado a los hombros de los obreros como un mono antiguo, manchado por la desolación de la quimera.   

miércoles, 15 de junio de 2022

La astucia de Ulises



En clase de Cultura Clásica intentamos representar el argumento de la Ilíada. Elijo a cinco chicos para que actúen como reyes griegos. Uno de ellos es Ulises, un chico trabajador, tímido, encantador, aunque con capacidades intelectuales muy limitadas. Ellos, en lo alto de las sillas, tienen que decir una frase, después de que yo les informe sobre las cualidades de los guerreros. Al llegar a Ulises, le explico que este héroe es famoso y poderoso por su astucia. El chico me pregunta qué es eso de la “astucia”. “Muy listo, que es muy listo”. El muchacho se baja de la silla y le dice a toda la clase: “Yo no puedo ser Ulises”. Cuántos quisieran tener un conocimiento de sí mismos tan profundo como el de este muchacho, cuántos el valor de exponer sus miserias ante todo el mundo y cuántos el sentido de la responsabilidad para hacerlo. Me vienen a la cabeza no sé cuántos políticos y no sé cuántos profesores y yo mismo como ejemplos contrarios. Lo subo de nuevo en la silla y le digo: “Tú serás Ulises, ahora reconocido por su sinceridad y valentía, superpoderes más valiosos y más escasos, de largo, que la astucia”.

sábado, 11 de junio de 2022

Carta a los Reyes Magos

Hoy, en la sala de profesores de mi instituto, he descubierto con inmensa alegría que encima del árbol de Navidad hay un retrato del rey emérito. Este sí que nos representa y no el otro. Me ha llenado de satisfacción comprobar su buena salud y su campechanía, su habilidad para moverse en los ambientes más oscuros y su media sonrisa de bobalicón lujurioso. La verdad es que la fotografía del elefante no le hacía justicia, la que tenemos en nuestro centro sí, aunque acompañado de alguna de las rubias con las que confraternizaba tampoco habría estado mal. Queremos que vuelva, queremos que esté con nosotros, queremos que se una a nuestra no Navidad, a nuestra no comida, a nuestra no fiesta. Solo él puede salvarnos de la frustración con la que Ómicron nos ha bendecido. Por favor, Juan Carlos, si amaneces por nuestros lares, pásate por Iniesta, no está muy lejos de Albacete y nos harías muy felices. No somos monárquicos, pero sí, estrambóticos. Esta es mi carta a los Reyes Magos. 

domingo, 5 de junio de 2022

El Quijote y Afrodita (la de Mazinger Z)



Estoy empeñado en que los alumnos de bachillerato queden intrigados, como mínimo, por el Quijote. He probado estrategias de todo tipo y este año voy a por la más arriesgada, los guiñoles. Me salió muy mal con mi hija. Le contaba cuentos basados en aventuras del Quijote cuando era muy pequeña y se lo pasaba bien, aunque siempre me pedía que le repitiera las mismas y yo me aburría. Utilizaba a un toro de peluche y a una jirafa y los convertía en personajes de Cervantes. Llegó un momento, poco antes de ir al instituto, en que ella no quería ni oír hablar del Quijote. Cuando se lo mentaba, salía corriendo y gritaba "¡no, el Quijote, no!" Conseguí justo lo contrario de lo que pretendía. Yo también odiaba en mi adolescencia los gustos musicales de mi padre y a ella le pasó lo mismo con mis gustos literarios, quiero pensar. O eso o que convertir a un toro en Sancho Panza y a una jirafa en don Quijote no fue muy buena idea. Aprendiendo del error, como buen ser humano, he conseguido una reproducción metálica de Mazinger Z y un peluche de Doraemon, para modernizar a los personajes de don Miguel. Los diálogos me ha costado adaptarlos, sobre todo los de los galeotes, que, como podéis suponer, son miniaturas de los Pitufos. Ya os contaré, seguro que lo que más les va a impresionar va a ser el episodio en el que Dulcinea dice aquello de "¡Pechos fuera!". Aunque Afrodita nunca gritara eso, en el imaginario colectivo ya está instalado, como lo de "con la iglesia hemos topado". 

sábado, 4 de junio de 2022

Etimologías



Hoy, en momentos célebres del instituto pandémico, chicos de 3º de ESO han buscado en enciclopedias y diccionarios palabras de varios textos relacionados con la Edad Media. Toda una aventura para ellos y para mí, porque se trataba de que no copiaran las distintas acepciones, sino de que memorizaran la que se correspondiera con el texto y, después, las escribieran según su interpretación. Uno de los despistados ha confundido "hebreo" con "ebrio" y, luego, al intentar enmendar el error ha hecho una mezcla digna de Coll y Jean Cocteau: "Pueblo semítico muy bebedor. Cuando llegaron a Canaán provocaron que Jesucristo, uno de los miembros destacados, se viera obligado a inventarse el milagro de convertir el agua en vino".  El episodio lo ha complementado otro de los chicos que, según me ha confesado, querría estar confinado hasta fin de curso, porque la "Play" le da muchas más alegrías que las aulas. Perdido en la búsqueda de la palabra "galocha", ha descubierto algo muy significativo para él: "¡Soy Géminis!, ahora me entero", y se ha emocionado, no sé por qué. También ha encontrado la palabra "gilipollas" y me ha explicado, muy convencido: "Esta enciclopedia es una mierda. "Gilipollas" no quiere decir esto. De otra cosa no, pero de gilipollas yo sé un huevo", y se ha quedado en silencio, mirándome con malicia. Tenía razón. La definición era "Hijo de padre ebrio". Les he encargado que hagan el trabajo definitivo en parejas.