jueves, 7 de abril de 2022

Documentales de la 2: "El caballito de mar (cerdo de Japón)"




¿Cómo es posible que un caballito de mar apruebe unas oposiciones?, es más, ¿cómo un caballito de mar ha sido capaz de ser licenciada?, es más, ¿cómo un caballito de mar pudo aprobar el COU (porque tiene edad de COU)?; y, aún más, ¿cómo un caballito de mar aprobó EGB (porque tiene edad de EGB)?, y, sin exagerar, ¿cómo es posible que un caballito de mar saliera de la clase de parvulitos? Pues sí, ahí está, un caballito de mar con plaza definitiva y confirmada por el BOE. El caballito de mar es amante del mundo taurino, del ejército y de las vírgenes. Hizo un curso en la UNED para ser presidente de plaza de toros. Sí, en la UNED organizan cursos para ser presidentes de plaza de toros, esto es así, no lo ha inventado Dios. Como caballito de mar responsable, lleva un cuaderno a todas las reuniones, en el que no para de apuntar. Debe ser una misteriosa clave escrita de caballitos de mar la que usa porque es incapaz, luego, de recordar absolutamente nada de lo que se dice en las reuniones. Los miembros del Equipo Directivo, conocedores de las circunstancias mentales del caballito de mar, intentan que no aborde ningún asunto importante, porque el desastre, la tergiversación o el absurdo están siempre servidos con ella. El caballito de mar está siempre a la defensiva porque sabe de su incompetencia y su defensa es echarle la culpa a quien tiene más cerca. Certifica el narrador que una de sus compañeras abandonó su departamento por no poder sufrirla cerca. Los alumnos llaman al caballito de mar "esa señora que se pasea por los pasillos", porque nunca la han visto hacer nada reseñable. Su responsabilidad en los centros educativos pasa por organizar algunos eventos. Suele confundir fechas, enredar cursos y montar pollos considerables, muy entendibles si se tiene en cuenta que debería estar todavía en parvulitos. Los equipos directivos que calibran su potencial las dedican a contar columnas, colocar belenes y recortar cartulinas. Es muy complicado aguantarse las ganas de mandarla a la mierda. Ya se sabe que los caballitos de mar no poseen ni dientes ni estómago.   

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