sábado, 27 de agosto de 2016

Poema demagógico



¡Venid a mí, clítoris del mundo!
Venid, martillo en mano,
para clavar la tapa de mi ataúd.
Venid y asolad la tierra,
redimidla de penes y testículos.
¡Venid, clítoris del mundo!
Nombrad profeta a Lorena Bobbit.
Que ella resucite a Adela
(la de Bernarda) y juntas os guíen.
Escupid en los ojos de los imanes,
de los obispos, de los rabinos.
Lavadle las legañas a Pérez Reverte
y quemad las obras de todas las generaciones:
ni románticos, ni modernistas,
ni siquiera la vanguardia
(salvad alguno del 27),
ni garcilasistas, ni novísimos,
tampoco posmodernos.
Publicad libros en blanco
para llenarlos de senos y de vulvas.
¡Venid a mí, clítoris del mundo!
Ahogad en leche a los gobernantes,
(ellas también son hombres,
solo hay que ver a la Merkel)
Venid martillo en mano
para sepultar a los mandarines
y a los demagogos.

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