El poema de Irene Lapeña:
Su
cabello de oro, de luz radiante,
labios
rojos con sonrisa al instante.
Ella
fue una diva como ninguna,
un
bello recuerdo con luz de luna.
Te
fuiste, ahora ya no estás
por
siempre serás icono inmortal.
Eternamente
juventud tendrás
y
siempre serás diva esencial.
Por ti
elegiré el zapato apropiado
que me
permita conquistar el mundo
y
seguir el camino adecuado.
Aquí
nada acabará jamás
pues
siempre recordada serás
y como un diamante lucirás.
Poema de Míriam Moya:
Hasta el mejor recuerdo de una vida pasada acaba desapareciendo...
El camino por el cual vamos pasando a medida que pasa el tiempo es difícil, y
cada persona se lo va tomando de una forma.
Los más valientes quieren recorrerlo entero, cueste lo que les cueste,
otros se van quedando sin fuerzas y optan por abandonarlo porque piensan que es la opción más fácil y ligera.
Pero todos ellos solo tienen un objetivo, que aunque su cuerpo carezca de vida, su alma quede para siempre recordada.
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