lunes, 6 de agosto de 2012

Entrevista en "San Clemente 30 Días" sobre "Bilis"

Entrevista a toda página en el periódico San Clemente 30 Días sobre la publicación de Bilis.



Esta es su segunda novela “Bilis”, tras la publicación de “Criaturas del Piripao”. La contraportada de su nueva obra resume claramente el contenido de esta obra con un realidad brutal sobre la posguerra española: “Las ratas devoran a sus congéneres más débiles en caso de necesidad, son desconfiadas, destructivas y voraces. Los socios de Sucesores de Casto Garcés gozaban del instinto de las ratas más enconadas, las de cualquier posguerra. Marcelo Atienza lo pudo comprobar cuando entró en el almacén a los 11 años, tras el encarcelamiento de su padre. El comercio rural de la España franquista lo vistió y le dio de comer, pero también le tundió las espaldas. Años después, Marcelo recibirá a los espectros del pasado, que removerán la digestión de su memoria y le provocarán el desasosiego de haberlo perdido todo, hasta el recuerdo. Un recorrido intenso por la economía autárquica de los abastos de posguerra y por los subterráneos de una sociedad espectral. Todo ello narrado con humor negro, ironía e intriga”.


P.- Pepe Urbano ¿Cuál era tu objetivo al escribir esta obra? Una vez finalizada la aventura ¿crees haberlo conseguido?

R.- Esta segunda novela fue casi una obra de encargo sentimental. Mi padre quería que escribiera algo relacionado con el comercio de la posguerra. Este motivo sirvió de escenario para una historia que se sumerge en el intento baldío de la recuperación del pasado.
 Sí, creo que, no solo por mi impresión, sino por la de algunos lectores, se ha conseguido plasmar el ambiente cerrado de la España de los años 40, 50 y 60 (muchos ya se han sentido identificados con los escenarios y con los personajes), además creo que la historia consigue enganchar al lector para llevarlo a la misma estupecfacción que siente el personaje al ahondar en su pasado.  

P.- Esta es tu segunda obra, una segunda incursión en el mundo literario de la que has salido indemne, por el momento. ¿En qué época y estilo se enmarca “Bilis”?

R.-Yo creo que es una novela de iniciación, una especie de novela picaresca contemporánea, enmarcada en la España rural de la posguerra (años 40, 50 y 60), que intenta mezclar la innovación estructural con el cuidado descriptivo y con la elaboración de una trama que mantenga al lector atento hasta la última página. Está especialmente cuidado el ambiente para que resulte verosímil, para que cualquiera que se introduzca en sus páginas se traslade a la España de aquel tiempo.


P.- ¿La definirías como una obra visceral y desgarradora de nuestra historia reciente?

R.- Sí, esos dos adjetivos le van muy bien, “desgarradora”, porque los sucesos que se narran son producto de una sociedad enferma, nacida de una guerra fratricida y los personajes muestran continuamente ese desgarro; y “visceral”, también, porque nace de las tripas de algunos acontecimientos reales que me tocan muy de cerca.

P.- En el libro se mezclan realidad y ficción y un homenaje a tu padre, ¿cual es la proporción adecuada de cada una de ellas?

R.- En el libro hay nombres reales, escenarios reales incluso anécdotas reales, pero es una obra de ficción. El alma de los personajes es producto de la propia historia, es decir, de mi imaginación, aunque eso no impide que haya un apoyo real en algunos de ellos. Por ejemplo, la base del personaje principal, Marcelo Atienza, la extraje de la personalidad de mi padre, pero luego fue engordando con elementos ficticios. El exceso de realidad suele malograr la ficción, hay que dejar que sea la razón narrativa la que empuje la construcción de personajes y la trama, eso he intentado hacer, apoyarme en lo real con la punta de los pies para alcanzar los altillos de la literatura de ficción.

P.-El realismo descriptivo de la obra se hace patente letra a letra y página a página, con toda la dureza de su narrativa, con Marcelo como protagonista retrospectivo y narrador ¿Qué nos puedes contar de él?

R.- Marcelo pierde a su padre con 14 años y comienza a trabajar en un almacén de ultramarinos con 11, esto era algo muy habitual en los años 40, la muerte y la pérdida de la infancia acompañaron a muchos de nuestros padres y abuelos. Seguro que muchos lectores se sienten identificados con este personaje, al que le revuelven el carácter las circunstancias trágicas en las que vive su juventud. Desde la vejez intenta recordar aquellos episodios, pero el silencio impuesto por la guerra y las traiciones de la memoria, lo someten a una reconstrucción desconcertante de los hechos.

P.-A veces se elude intencionadamente aspectos de la represión franquista, pero no así los estragos que causó en la población más desfavorecida, hambrienta y llena de miseria ¿Hay alguna intencionalidad para no desviar la atención de la línea argumental?

R.-La novela no está escrita contra nadie. No hay malos ni buenos, no es una novela maniquea ni tendenciosa, simplemente se intenta ser fiel con el paisaje social de posguerra para que los escenarios y los personajes sean verosímiles. Me interesa colocar a los individuos en situaciones límite, en sociedades represoras y envenenadas para comprobar cuál es la naturaleza humana. No cabe duda de que la sociedad franquista, justo después de haberse matado unos a otros, viviendo entre la miseria más feroz y la represión social y política, no podía ofrecer frutos muy lozanos. Eso son la mayoría de los personajes, almas secas producto de un árbol regado con sangre y pobreza. 

P.-No sé si ya has podido recoger impresiones sobre “Bilis”, pero ¿Cómo crees que reciben los lectores y sobre todo tus alumnos este libro?

R.-Hasta ahora los que me han hablado de la novela después de su lectura me han dejado muy satisfecho, incluso algunos de ellos me han desconcertado. Una de las opiniones generales es que se lee con mucha fluidez, que la trama engancha hasta el último momento, y que refleja la sociedad de la posguerra con mucha fidelidad. También me han hablado bien de la estructura empleada, de la mezcla de la 1ª persona del narrador con los diálogos objetivos y algunos me han felicitado por la calidad literaria. Estoy muy satisfecho hasta ahora, sobe todo porque esta novela se la dediqué precisamente a mi padre que murió poco después de terminarla. Con mis alumnos no he tenido ocasión de hablar de ella porque la publiqué a finales de junio.

P.- Para aquellos que no han podido leer aún “Bilis”, ¿Qué recomendaciones nos harías, tanto a jóvenes como mayores? ¿Qué nos vamos a encontrar al bucear en tu libro?


R.-Creo que es una novela con la que puede disfrutar todo tipo de público, los mayores, por la identificación de una época que vivieron o que les contaron; los jóvenes, porque la trama ofrece un interés intrigante hasta el último momento y dibuja una España que ellos no vivieron pero que sería interesante que conocieran. En suma, y hablo más por la boca de los que ya la han leído, se puede disfrutar de la literatura en “Bilis” además de empaparnos de la intrahistoria de un mundo que nos parece ya muy lejano, pero que fue el de nuestros padres y abuelos. Y no todo es tragedia, el humor negro, la ironía está muy presente en el dibujo de algunos personajes, de algunos escenarios con los que también se puede esbozar una sonrisa.

P.- Para finalizar, nos puedes adelantar algo ¿Estás inmerso en algún nuevo proyecto?
R.- Estoy escribiendo una nueva novela, pero no me embarco en ella del todo hasta que las obligaciones del instituto me dejan. Si Javi me lo permite (el Director) es posible que la finalice en los días de verano que quedan


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