sábado, 23 de mayo de 2015

Glorias olvidadas


La posteridad es ingrata. Y como ejemplo sirva este edicto del año 1937. Su autor, el alcalde de Sa Pobla, no ha quedado registrado que yo sepa en ninguno de los libros de historia de la literatura, ni se le menciona siquiera en ninguna antología poética. Solo la redacción de este bando podría incluirlo en lo más granado del Olimpo lírico español si alguien se hubiera fijado en él. Intentaré enderezar el tuerto.
Como se puede ver, el bando recoge una serie de prohibiciones bajo la amenaza de sanción contra todas aquellas parejas que hicieran uso de su amor en público:
-"Con la mano en el muslo, 1000 pesetas".
-"Con la mano en aquello, 1500 pesetas".
-"Con aquello en la mano, 2000 pesetas".
-"Con la boca en aquello, 2500 pesetas".
-"Con aquello en aquella, 3000 pesetas".
-"Con aquello fuera de aquella, 4000 pesetas".
-"Con aquello detrás de aquella, 5000 pesetas".
Al margen de que las sanciones sean o no adecuadas al delito cometido, hay que observar ya en esta primera parte del texto, el lirismo con que se definen cada una de las situaciones eróticas. La inspiración de los maestros árabes y de los relatos de las Mil y una noches subyacen bajo la habilidad poética del alcalde Vicente. Y si esto nos pareciera poca cosa, no tenemos más que leer la continuación. Un prodigio del dominio de la condensación y la metáfora como pocas veces se puede apreciar en la poesía española de todos los tiempos:

"¿QUÉ ES AQUELLO?"
"No es un murciélago, pero vive colgando".
"No es un acordeón, pero se estira y se encoge".
"No piensa, pero tiene cabeza".
"No pertenece a ningún club, pero lo llaman miembro".
"No produce música, pero lo llaman órgano".
"No es un caballero, pero se levanta ante las damas".
"¿QUÉ ES AQUELLA?"
"Tiene labios, pero sin dientes".
"Es un conejo que no corre, pero se corre".
"No es un abanico, pero se abre".
"No muerde, pero traga".
"No es vegetariano, pero come nabos".
"No es un aspirador, pero traga polvos".

Después de este alarde de altísima poesía, quién no estará conmigo en que se ha relegado al anonimato a un gran poeta, a un místico sufí que habla del erotismo como lo hicieron san Juan de la Cruz o el mismo Ibn Hazm de Córdoba. ¿Dónde podríamos encontrar tanta sutileza, tan delicado tratamiento del amor, tantas suaves metáforas para nombrar lo femenino y lo masculino? Solo en lo más escogido de nuestra lírica, en nuestros más afamados poetas hay algo similar. Recuperemos del anonimato a este alcalde, a D. Vicente Soler, que, en plena guerra civil supo regenerar a la poesía en un humilde bando de ayuntamiento.

1 comentario:

  1. Si te fijas bien, el 3 de 3000 pts no es el mismo que el 3 de 1937, cosa imposible si está echo a máquina de escribir, así que yo descartaría está teoria

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