miércoles, 11 de junio de 2014

Necedad


No dudéis de la necedad,
existe.
Girad la cabeza 45 grados
en un sitio público,
sin duda localizaréis
a cinco o seis víctimas
de su expansión.
No lo dudéis,
existe
y es invasiva,
contagiosa,
voraz.
Se apodera de las piezas
más tiernas,
y las infecta silenciosamente,
sin ruido,
hasta transformarlas en
cecina indigesta.
Nadie lo duda,
existe,
pero nadie cree estar contagiado,
todos nos imaginamos a salvo de ella,
todos hablamos de los que la sufren,
de los tontos de baba
que nos asolan,
sin percibir que podemos ser uno de ellos.
No dudéis de la necedad,
está junto a nosotros,
sobre nosotros,
dentro de nosotros,
existe, 
nos ama,
nos posee,
nos envuelve.
Mirad hacia el espejo,
está ahí,
invisible tras nuestra mirada
de ovino imbécil.

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