viernes, 16 de febrero de 2018

Decálogo del escritor de culto


Si ya estás en alguno de los muchos círculos de escritores y quieres seguir prosperando en el mundillo intelectual, sigue este sencillo decálogo:

1. En las redes sociales, sé mordaz y sarcástico con cualquier realidad ajena a los contactos de tu círculo o a los de círculos superiores.
2. Si no eres mordaz y el sarcasmo no es lo tuyo, siempre puedes hackear los tuits o los estados de gente inferior que no frecuentan tu círculo (sin mencionarlos, por supuesto).
3. Muéstrate indiferente ante la propaganda de tu propia obra y finge que no te importa que los lectores la compren o no. Tú estás por encima de esas menudencias.
4. Cita con frecuencia a autores poco conocidos y menciona libros raros con toda naturalidad, como si en realidad los hubieras leído o te interesaran. Da una pátina (si podéis, repetid con frecuencia esta palabra) de intelectual marginal muy "cool" (y no entiendo ni "papa" de inglés).
5. Comenta la actualidad desde un púlpito de superioridad desinteresada, como si contigo no fuera nada o como si el mundo lo vieras desde un coche Tesla enviado al espacio.
6. Da "me gusta" y comenta los tuits y los estados de autores de tu círculo intelectual o de alguno superior, sin que se note mucho que lo haces para dorar la píldora o para que no te olviden en la vida interna de las editoriales (o, bueno, sí, que se note. A nadie le amarga una lamida de culo) .
7. Nunca des un "me gusta" a los don nadie que pululan por la red, por muy fino o acertado que te parezca un comentario. Recuerda que has de mantener tu estatus jerárquico y conservar tu perfil de elegido por los dioses.
8. Quéjate de los pesados que se comunican contigo para que leas su obra y vapulea a los inferiores que intentan llegar a tu círculo (son competencia; cuantos menos seamos, mejor). Es una conveniente pátina (así se hace) de esnobismo que queda muy "cool" (otra vez) en el mundillo de los elegidos.
9. Nunca digas cómo conseguiste publicar tu primera obra. No hay que dar pistas y, además, ese misterio deja el clásico tufillo de ser un elegido que impresiona a los don nadie.
10. Extrae todas las críticas que hagan de tus obras y ponlas en tu red social con las siguientes introducciones: "El amigo X vuelve a tenerme en cuenta"; "Sé que soy muy pesado, pero no puedo aguantarme. Ahí va otra reseña sobre mi obra"; "Los medios me siguen, qué le vamos a hacer"; "Yo no quería, pero la actualidad me persigue"; "Espero que sea la última, aunque no lo aseguro"...

11. Sigue practicando el egotismo sin ningún pudor. Aunque tu obra no valga una mierda (tú nunca vas a ser consciente de ello), lo importante es seguir en los corrillos intelectuales y participar de la vida literaria como si en verdad fueras un escritor (¿desde cuándo te ha importado a ti la creación artística?)

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