"H y su padre"
Comienza el nuevo año con los mismos protagonistas que terminó el
anterior. Mi compañera de jefatura asiste a la reunión para expulsar a H. Esta vez sí está su padre. La primera reunión social a la que se le ha invitado tras desembarcar en España está motivada por la expulsión de su hijo. El hombre habla con mucha dificultad el castellano y anda con más
dificultad aún. Su cuerpo apenas entra por el hueco de la puerta del despacho.
Los disgustos los resuelve con comida, sin duda alguna, y lo van a hacer
reventar, según él mismo lamenta a media lengua. H llora al ver llorar a
su padre. La silla ha desaparecido bajo su inmenso cuerpo y nos cuenta que no
puede más. Su esposa de España trabaja desde las 7 de la mañana hasta las
9 de la noche. En su país ha dejado otras tres mujeres que le hacen la vida
imposible, según se lamenta. Tuerce la cabeza a un lado y eleva la mano, con un gesto
inequívoco con el que representa su próximo ahorcamiento. Una vez
finalizados los trámites administrativos, el padre de H se levanta con
dificultad, golpea el pescuezo de su hijo con la mano abierta y salen del
despacho lamentando sus desgracias en árabe moderno (padre e hijo). Mis
compañeros guardan silencio respetuoso ante la escena de costumbrismo magrebí.
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