No seduzcas a tu madre,
no seduzcas a los grillos,
no vayas con niñas feas,
no te juntes con lebreles,
apunta bien alto tu paraguas
y en la cantonera del buitre
ensartarás la más peleona de las nubes.
No seduzcas a tu madre,
no vueles en silla de palo,
no te revuelques en la gelatina
de los besos de marquetería.
Si me encierras en tu sexo
no volveré a leer la Biblia
en todos los días de mi vida.
No seduzcas a tu madre,
no vibres con la mantequilla.
Si quieres un consejo,
levántate las faldas
y muestra los dientes muertos
a los miembros de las iglesias,
a los senadores desnudos,
a las matronas de vidrio,
a los escarabajos sin pulseras.
Un poema genial sobre todo cuando das un consejo al final del poema:
ResponderEliminarSi quieres un consejo,
levántate las faldas
y muestra los dientes muertos
a los miembros de las iglesias,
a los senadores desnudos,
a las matronas de vidrio,
a los escarabajos sin pulseras.
un fuerte abrazo
fus
Gracias, sí creo que esa parte es la más acertada. Un abrazo.
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