martes, 18 de junio de 2024

Necesidad de silencio


 

Oyes un susurro, crispación del silencio nocturno, un quejido, no sabes si vegetal, si animal, si humano. El viento puntea las ramas de un árbol, un autillo atrapa a un roedor, una mujer exhala su último suspiro. Lo oyes, lo oyes, con toda, con ninguna claridad. Se desgarra el silencio: el chirrido de una bisagra, la rendija de la ventana forzada por la brisa, el deambular ciego de unos pasos perdidos. Las puertas mal cerradas, la fragilidad del reino vegetal, el sueño de un hombre sin futuro. Son leves gañidos, casi mudos, de una noche perturbadora, silenciosa, rota por el eco de una voz indecisa herbácea animal esotérica. 

Riman los sueños con la vida, riman con la oscuridad, escenario teatral de una voz apagada, que no es voz, que es rumor, que es aire levantado. Los oídos nublados por la noche, tendidos confusos. ¡Chissss!, callad, callad, dejadme dormir en paz. Las almas sin rumbo necesitan la noche para reposar, para anular las voces de la vigilia. Dejad que el silencio se adueñe de todo, cerrad puertas y ventanas con pestillo, ajustad las claraboyas, calmad al viento, ahogad a los predadores, cortad las cuerdas vocales, renunciad a las pesadillas de los muertos. La desgracia necesita el silencio absoluto para licuarse, para entregarse a los vaivenes del mar, un mar sin orillas, sin playas. Un mar eterno, tan parecido a la muerte que se diría todo de oscuridad y silencio.  

lunes, 17 de junio de 2024

Lina Meruane


 

Reviso textos de Cervantes, leo a Lope, sin descanso y, a la vez, me engullo, abrumado, una novela de la chilena Lina Meruane. La prosa de esta autora es hipnótica, adictiva, angustiosa. Su novela, Sistema nervioso, me está haciendo daño y yo, empujado por un impulso morboso, la sigo leyendo, porque me atrae la desgracia y, sobre todo, la que se enrosca con extrañeza en la construcción del discurso y te hace sangrar con la originalidad de un narrador de escalofrío. He intentado acercarme a lo que algunos llaman literatura ligera, a esos autores denostados por los críticos y seguidos masivamente por los lectores, y no puedo con ellos. No me dicen nada, me entretienen durante un rato, como lo puede hacer un partido de la Eurocopa, pero luego me enfadan porque me da la impresión de que me están estafando, de que quien ha construido esas historias de efectismos y misterios pueriles, no es escritor, sino medio centro. Solo te intriga el resultado final. No, Alex Michaelides no me roza ni la epidermis, mientras que la Meruane me arranca las vísceras a dentelladas. No puede ser lo mismo. No. Aunque los dos libros vengan encuadernados de la misma forma. Uno es un balón de fútbol; el otro, el bálsamo de Fierabrás, y aquí enlazo con Cervantes. Lo de Lope ya lo contaré otro día.   

miércoles, 12 de junio de 2024

Teresa de Cepeda


 

Carnalidad de Teresa de Cepeda:

"Nada te turbe,

nada te espante,

todo se pasa (....)

¿Ves la gloria del mundo?

es gloria vana;

nada tiene de estable,

todo se pasa (...)"


"Vivo sin vivir en mí,

y tan alta vida espero 

que muero porque no muero (...)

¡Ay, qué larga es esta vida!

¡Qué duros estos destierros,

esta cárcel, estos hierros

en que el alma está metida!

Solo esperar la salida

me causa dolor tan fiero, 

que muero porque no muero (...)

Solo con la confianza 

vivo de que he de morir,

porque muriendo, el vivir

me asegura mi esperanza;

muerte do el vivir se alcanza

no te tardes, que te espero,

que muero porque no muero.

Mira que el amor es fuerte;

vida, no me seas molesta,

mira que solo me resta,

para ganarte perderte.

Venga ya la dulce muerte,

el morir venga ligero

que muero porque no muero (...)"


"¡Oh hermosura que excedéis

a todas las hermosuras!

Sin herir dolor hacéis,

y sin dolor deshacéis,

el amor de las criaturas (...)

Juntáis quien no tiene ser

con el ser que no se acaba;

sin acabar acabáis,

sin tener que amar amáis,

engrandecéis nuestra nada."


"Ya toda me entregué y di,

y de tal suerte he trocado,

que es mi amado para mí,

y yo soy para mi amado.

Cuando el dulce cazador

me tiró y dejó rendida,

en los brazos del amor

mi alma quedó caída,

y cobrando nueva vida

de tal manera he trocado

que es mi amado para mí

y yo soy para mi amado (...)" 

jueves, 6 de junio de 2024

Cernuda


 

Mi poeta de la adolescencia fue Luis Cernuda. En su momento, no lo podía decir, porque estaba muy mal visto leer y aún más, leer poesía, y todavía peor leer a un poeta homosexual. En la madurez lo releí y volví a abrazarme a él, por otros motivos. Ahora, en el final del trayecto, Cernuda ha conectado conmigo, con mi sufrimiento, con mi soledad, de manera definitiva, Cernuda soy yo, nunca lo habría dicho, pero, ahora, es así. Os dejo aquí algunos mordiscos que he dado a sus versos:"Donde el deseo no exista", "Eres de nieve por fuera y de llama por dentro", "Tu sitio no está en ninguna parte. Eres el extranjero", "Las cosas no son como las vemos, sino como las recordamos", "¿Qué silencio? ¿Es así el mundo?", "Todo es triste al volver", "La fatiga de estar vivo", "Las sombras de soledad, vejez, muerte". Leed a Cernuda, empapaos, aunque os llenéis de cieno y amargura, aunque no os ofrezca ninguna esperanza, leed a Cernuda, Cernuda somos todos los españoles, todos los ciudadanos del mundo, Cernuda es la voz del desarraigo, del paria. Cernuda somos todos, hasta los que odian a Cernuda sin saber que ha existido. Y, además, es sevillano. 

miércoles, 5 de junio de 2024

Pruebas de Diagnóstico

 Quiero dar las gracias más sentidas a la Administración Educativa por habernos hecho partícipes, a los profesores de Lengua y Matemáticas, de una idea genial: las Pruebas de Diagnóstico. Se vienen haciendo desde hace tiempo, pero no había tenido el honor de corregirlas y de colaborar en los eximios procedimientos con que nos ilumina la Administración. Es apasionante tener que corregir estas pruebas justo a final de curso, cuando andamos abrumados por los exámenes finales y la burocracia. Supone un acicate más para nuestra profesionalidad. Sé que lo hacen para aprovecharse de la inercia, no por reírse de nosotros ni por malicia. 

Ahora, eso sí, no comprendo cómo dejan en nuestras manos documentos tan importantes. Ellos saben que somos incompetentes, que no cumplimos ni el mínimo exigido, por eso deberían ser ellos mismos quienes corrigieran estas pruebas. Además, si son necesarias a causa de nuestra ineptitud, ¿por qué ponen la corrección en nuestras manos? Retiro la pregunta, no soy quién para discutir los designios de la divinidad.    

Solo van destinadas para 2º de ESO y, por supuesto, las 36 páginas de ejercicios por alumno van a mostrar de manera más fiable el nivel del alumnado que nuestra observación diaria porque, como la Administración sabe, somos de una incompetencia sublime. Si no se hiciera este balance de diagnóstico, ¿cómo podríamos saber la competencia de los chicos y chicas?, desde luego que, con nuestra práctica educativa no, eso ya nos lo demuestran ellos, los dioses, en todo momento. 

¿Por qué dejan en nuestras manos torpes unos exámenes tan importantes? No nos sentimos dignos de tamaña gracia. ¿Por qué una prueba externa la corregimos los mismos necios que en ningún caso somos de fiar, a causa de nuestras costumbres desidiosas y faltas de rigor? Nuestro departamento de Lengua ha tenido que completar 900 ítems, por supuesto, no nos vemos capaces de comprender los códigos, las calificaciones (0, 1, 2, 9), los métodos empleados en las pruebas, demasiado complejos para nuestro nivel intelectual. Ellos saben que somos unos menguados, que no son fiables nuestras notas finales porque, a pesar de estar con el alumnado durante todo un año, cuatro horas a la semana, nuestras apreciaciones y nuestra labor las acompaña siempre la inopia. ¿Por qué arriesgar los resultados de una evaluación externa, elaborada por sus insignes meninges, a nuestras correcciones? No lo sé, desde nuestra caverna de indigencia mental alabamos a esta Administración, ¿cómo pretender comprender a mentes tan privilegiadas? No, imposible, los bueyes nunca entenderán al boyero.      

martes, 4 de junio de 2024

Todavía


 

Todavía duermo contigo, todavía. Huelo tu cabello, tu crema hidratante, tu piel. Te acaricio la barbilla, los labios. Oigo tu respiración, leve, como si quisieras decirme algo, un susurro apagado. Me acurruco en tu seno y busco el sueño, el único lugar apacible. Te siento en la oscuridad, próxima, te veo, no es necesario abrir los párpados, te veo. El problema es la madrugada, llega, despierto, envejezco.  

Marbella


 

Intentad cantar esta letra con la boca anestesiada, como si acabarais de salir del dentista: "Marbella, mundo de los narcos; / Marbella, la droga viene en barcos..." Yo lo vengo haciendo todas las mañanas desde que empecé a ver series ambientadas en la Costa del Sol. Me he rapado los parietales y he ido a una tienda de saldos para vestir desde ahora mismo con camisetas ceñidas y floreadas. El problema es que aún no he desarrollado la musculatura adecuada, pero todo se andará, me he comprado unas mancuernas. También he preguntado dónde puedo conseguir polvo blanco y cadenas de oro que se ajusten al cuello. Me ha resultado más fácil lo del polvo blanco. Este finde me voy a la costa y con un poco de suerte dejo esto de la educación y, con nuevo look, me meto en alguna de las fiestas que aparecen en las series y busco empleo como trapicheador. No sé si mi edad será impedimento, espero que no. Quiero conducir un Ferrari Testarosa y andar columpiando las caderas como si tuviera una pierna más larga que otra, quiero ser un capo de la mafia o por lo menos un sicario con pistolas de oro y tatuajes por todo el cuerpo. No pienso matar a nadie, la última vez que cogí una escopeta fue en un puesto de la feria y disparaba tapones. Lo importante es la pose, aparentar y lucir chandal de popelina. Es la ilusión de mi vida, ¡ojalá se cumpla, por Quevedo!