Desde bien pequeño (dos o tres años), mi madre me ponía delante de la televisión para que no molestara. Fui un prototipo de los niños actuales a los que les dan una tableta en cuanto pueden sujetarla. No sé si me traumatizó más "Bonanza" o "La Familia Monster" y recuerdo todas esas series en blanco y negro mejor que "Mad Men", que la he visto dos veces. "El Virginiano", "Embrujada", "Súper Agente 86", "Manix"... Todas las mierdas de la televisión americana me las tragaba yo sin filtro, sin medida y con el estómago vacío. En mi fuero interno soy un protovotante de Trump: me crie entre cómicos ridículos, vaqueros, pistolas y olor a bosta de caballo.
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jueves, 10 de diciembre de 2020
Historias de la televisión II
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