miércoles, 27 de noviembre de 2013

Crónicas desde la "indocencia" IV: "Celos de buey con arado"

Las tizas se partían en lo alto de las espadañas. Tras la huelga de pizarras, nadie quería escribir con faltas de ortografía. Esperaban los muchachos en la oscuridad del pasillo y empujaban sus mochilas con el ardor de quien desangra las toxinas con atropello de ametralladora. Todo esto ocurría en los corredores del instituto y nadie era capaz de atrapar la algarabía ni de ponerle freno a los aullidos de la carne hirviente. Después de pisar las baldosas azules, en los cambios de clase, pocos pueden decir que no han vivido la aventura de la ruta Quetzal en una almendra.
Nadie recuerda su adolescencia, todos olvidamos la locura del hombre sin terminar que una vez fuimos. Todos relegamos en un rincón perdido de la memoria los años de la timidez y la tonsura. Si pudiéramos recoger los fluidos perdidos en las esquinas de las aulas, llenaríamos odres enteros de semen sin manos, colmaríamos de entusiasmo y de crueldad los densos pastos de la madurez rumiante. Las mochilas retornarían y con ellas las zancadas de garza que no domina todavía el relieve extraño fuera del nido. De nuevo la angustia nos desgarraría la garganta y no sabríamos cómo contestar a una voz amada. El paso nos volvería a temblar y reaccionaríamos con violencia ante la ofensa de una nube de espuma lanzada contra nuestra vulnerabilidad de libélula. Necesitaríamos los cuerpos de otros seres indefensos como nosotros para apoyar el paso indeciso en el hombro temblón de una amistad sin candado y no amaríamos la soledad salvo en caso de oscura y maloliente necesidad.
Y a pesar de todo, la añoramos, lloramos por la desgracia perdida de no saber por dónde vadear un arroyo, de no saber firmar igual más de dos veces. Añoramos la locura y la crueldad y lo espontáneo y la inexperiencia y el agua del río todavía sin explorar. Los envidiamos en el fondo, por eso a veces, si no nos controlamos, los odiamos, por el olvido y por celos de buey con arado.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario