"¡Cuánto penar para morirse uno!", cuánto y cuánto. Nunca como ahora, Miguel, he sentido tan hondos a los poetas y a los músicos...

No sé si la ignorancia te hace más feliz, lo que sí sé es que te hace más ignorante. Es una obviedad palpable. La ignorancia no ayuda en nad...

Mi clase (la biblioteca) huele a flor de almendro porque las chicas de Literatura me han regalado unas ramas preñadas de aroma. Huele a flor...

Hoy he cumplido tantos años que me da pereza contarlos. Y lo he celebrado corrigiendo. No porque sea un masoquista ni un sádico, sino porque...

Todo es natural, todo cadencioso, con un ritmo perfecto, sin estridencias, con el aroma del mejor cine clásico. Todo fluye con naturalidad, ...

Siguiendo con mi revisión de clásicos del cine español, ayer pude disfrutar otra vez de una obra cumbre del neorrealismo. Yo, el Vaquilla e...

Cuando la realidad te asalta de tan malas maneras, uno se olvida de que la poesía es extrañamiento temblor borde abismo caída espasmo. Se ol...

Hoy, en Literatura Universal, un nuevo espectáculo representado por las nueve alumnas que me están alegrando el curso. Apoyándonos en los mé...

  El Mediterráneo se está convirtiendo en un cementerio que los europeos hemos construido con fosas de cinismo. Hoy en Italia, ayer en Turqu...

 Ya no hay para ti  domingos somnolientos, ni lunes odiosos, ni martes con joroba. No, ya no hay para ti, hogar donde refugiarte, ni viento ...

Me llamo Ro Raquel Tejada o, mejor, para que mi imagen os llegue antes a la entrepierna, Raquel Welch. Quien dice que ser una tía cañón es u...

  Las grandes ciudades necesitan reposo para ser saboreadas. El cuarto día en Nápoles lo disfrutamos más que los anteriores porque uno se am...

  ¿Qué ofrece más peligro en Nápoles, la camorra o los motorinos de reparto? No lo dudéis, los motorinos. He visto algunos que se lanzan de ...

  ¿Quién, cuando ha viajado y ha llegado de noche a un lugar desconocido, no ha tenido la sensación de desasosiego, de intranquilidad, de de...

Volar con Iberia es como volar con cualquier otra compañía, un coñazo. Solo te queda el consuelo que el lugar adonde nos dirigimos nos emoci...