Que ya cumples veintitrés,
nada más ni nada menos.
Recuerdo mirar tus pies
con dedos gordos bien llenos.
¿Te parecías a quién?,
¿a un señor de Albacete,
a una rosa de satén?
¡Qué bien te veo en Sevilla!,
con Raúl y colocada.
La vida en tus ojos brilla
y no te hace falta nada.
Telesforo te saluda,
desde tu infancia te mima,
que aunque fueras muy menuda,
siempre te tiene en la cima.
Tu madre disfrutaría
viéndote cómo haces tratos
con la ONU, día a día,
y amando a todos los gatos.
Veintitrés cumples de edad,
ojalá pudiera verte,
porque eres mi otra mitad,
la vida me da esa suerte.
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