Últimamente todo lo dejo a medias. Desde que murió Eva no hay proyecto que complete, todo se queda en el aire, en mitad de su trayecto. Aquella novela sobre Lope que llevaba bastante avanzada cuando se desencadenó la tragedia no consigo retomarla por muchos intentos que hago. Todo se me queda a mitad de camino, incluidos las actividades que he emprendido con los alumnos, y eso sí que me duele. No hay manera de que consiga concluir nada. En mi departamento me han dejado por imposible, porque no pueden confiar en mí, porque no hay manera de que cumpla con lo que prometo. Estoy en un sí pero no. Estoy en otro mundo, muy lejos de este. Intento incorporarme, pero no lo consigo. No sé si se debe al trauma de la ausencia o a que era ella la que me animaba y me impulsaba a no truncar todo por el camino. Puede que me haya convertido en un ser a medias, en un ente sin final, en una bicicleta sin pedales.
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