Leo en el periódico que en un concurso de televisión a los participantes se les obligó a beber semen de burro y orina en las divertidas pruebas que debían superar para no ser eliminados. También degustaron ratas licuadas, ordeñaron una cabra y hasta hicieron vino con gusanos para después beberlo. Me gustaría conocer a los guionistas para felicitarles por su imaginación espectacular. Si alguno de ellos hubiera estado en la gestación de nuestras fiestas tradicionales, ahora mismo seríamos la envidia y el asombro de Occidente. Podríamos emular a estos guionistas y, por ejemplo, tirarnos tomates podridos, lanzarnos cohetes pirotécnicos, fustigarnos el lomo con látigos de cuero, desfilar dentro de ataúdes a hombros de nuestros familiares, colocar niños de un año en el suelo y saltar por encima de ellos... Yo qué sé... Bueno, me advierten que todos estos actos ya existen en las variadas y peculiares fiestas de nuestros pueblos y me he emocionado. Estamos, como siempre, a la vanguardia de Occidente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario