En los encuentros que los responsables de educación en Castilla-La Mancha están manteniendo con los equipos directivos se plantean una serie de cuestiones sobre cómo empezar el curso que viene, pero se deja de lado la fundamental: las ratios. Según declaraciones de la Consejera de Educación: “El objetivo de todos estos encuentros es garantizar la máxima presencialidad del alumnado al inicio del próximo curso, pero siempre en entornos seguros y saludables”. El cupo ya ha sido establecido por la Administración y, como se preveía, es el mismo que el del curso anterior, así que no sé cómo van a ser esos "entornos seguros y saludables". ¿Qué quiere decir esto? Pues que las ratios de 15, 20 o hasta 25 que recomiendan las autoridades sanitarias e incluso las propias administraciones educativas no se pueden cumplir porque han enviado el cupo con ratios de 30, 35 y 40 alumnos.
Eso sí, en las primeras instrucciones, descargan la responsabilidad en los equipos directivos. Para que lo entienda cualquier lego en estas componendas. Imaginemos que somos parte del equipo directivo de un centro, tenemos 40 alumnos de 1º de bachillerato y nos asignan profesorado suficiente para esos 40, sin posibilidad alguna de desdoblarlos en dos grupos. Además, en la mayoría de los centros tampoco hay espacios para alojar a esos 40 alumnos en dos clases distintas. ¿Cómo se arregla esta contradicción? Bueno, pues la responsabilidad es del equipo directivo, así que ellos sabrán. Si metemos a los 40 en un aula estamos yendo contra los consejos más básicos de los especialistas sanitarios, pero no es la Administración la responsable, sino los equipos directivos. ¿Asunto solucionado? Sí, para la Administración este tipo de soluciones son las habituales, mientras los escándalos no trasciendan a los medios.
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