viernes, 21 de febrero de 2014

"Los placeres y otros fluidos": "Escupir relojes por la boca"


Salir de la noche,
entrar en la mañana
y descubrir que no hay obligaciones,
que las cuchillas de afeitar
pueden esperar todo el día.
Desperezarse durante horas, 
sorber la sangre viva
de escritores muertos
o la savia burbujeante
de poetas aún calientes.
Asomarse a la vida
con el rumor de las sábanas
y abrazarse a los mundos
de otros sin prisa,
con la placidez 
del que no conoce los bancos
ni los seguros de vida
ni las hipotecas a veinte años,
solo los sábados.
Relamerse sin escuchar otra cosa 
que las vidas de otros
resueltas en un libro de saldo
que esconde una historia de oro.
Exfoliarse con el tacto del nórdico
y no ser uno mismo
ni nadie que se le parezca.
Abrevar en los labios de la lujuria
más fantástica,
enderezarse sobre la almohada
y olvidarse
del día de mañana,
de las horas,
del horizonte.
Escupir relojes por la boca
como tumores malignos
y aspirar el aire fresco
de lo inesperado.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario