Seguro que la ilustración de Goya os anima: una entrañable escena de enseñanza-aprendizaje en la que alumno y profesor se igualan en sabiduría. Confiad en que si yo he podido resolver estas oraciones, vosotros también lo podréis hacer. Estamos cerca del examen de la segunda evaluación y es conveniente que volváis de vez en cuando al mundo de la sintaxis. No dejéis de practicar, de mineralizaros, vitaminaros y tomarlas con humor. Aquí van:
1. De niño me gustaba el oficio de cabrero que Miguel Hernández prestigió tanto y, es posible que me dedique a la profesión que tengo ahora por esa causa.
2. En los comentarios de texto que aparezcan en el examen, acordaos de redactar con la mayor fluidez posible para que se os entienda.
3. Nada es comparable a la hermosa dedicación del estudiante: se trata de aguantar seis horas sentado en una pequeña silla verde para escuchar las deliciosas palabras de los seis profesores que pasan cada día por el aula.
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