viernes, 30 de diciembre de 2016

Joseph K. y las compañías telefónicas


Protagonista de esta historia: Joseph K. (personaje robado a Kafka), con trabajo fijo, familia fija y torpeza contrastada.
Nombres de las tres empresas de telefonías móviles: X, Y y Z. Expertas en extorsiones, chanchullos y enredos de folletín.

Joseph K. está cansado de que su compañía X de telefonía móvil le estafe. No respetan las condiciones del contrato y no tiene ganas de pleitos. Decide llamar a la compañía Y para ver otra alternativa. Una operadora de Y (ecuatoriana) le plantea la posibilidad de cambiar de compañía sin ningún esfuerzo y sin ningún coste para Joseph K. Ellos se encargan de todos los trámites. Joseph K. acepta la propuesta.
Cuando el técnico (de Usera) llega para instalar el router y la línea fija le informa de que le asignarán un nuevo número de teléfono, pero en dos días recuperará el antiguo. Después de un mes, Joseph K. no ha recuperado su número antiguo. Los contactos que llaman a su fijo se pierden en el limbo de las líneas telefónicas.
Llama a una operadora (dominicana) de la compañía Y. Le aseguran que en dos días recuperará el teléfono. La portabilidad está en trámite. Pasan dos meses y medio y Joseph K. no ha recuperado su antiguo número de teléfono. Según otra operadora (de Vallecas), debe esperar otro mes. Mientras tanto, llega un recibo de su antigua compañía X por un servicio del que ya no disfruta, el de su perdido número fijo. Desesperado por las interminables gestiones y de que cada operador (de España, Sudamérica y Europa del Este) le dé una razón distinta, decide contactar con otra compañía.
Llama a las operadoras de la compañía Z (todas de Algete). Muy amables, le ofrecen cambiar de compañía sin ningún coste. Ellos, la compañía Z, se encargan de todos los trámites. Le instalan un router nuevo ( el tercero).
El técnico (de Requena) le informa de que le asignarán un nuevo número de teléfono, pero pronto recuperará el antiguo. Para evitar problemas anteriores, da de baja el número fijo que le había instalado la compañía Y. Le amenazan con cobrarle una penalización. Cuando llama a la compañía Z para que no le ocurra lo mismo que en la compañía Y con su fijo, está a punto de romper todos los teléfonos, los routers y los móviles. La operadora (de Algete) le pasa con otro departamento. Una nueva operadora (de Algete) le mantiene a la espera hasta que se corta la comunicación. Así durante dos horas y media.
Por fin consigue contactar con una operadora (de Burgos) decidida a solucionar el problema. Ella solicitará la portabilidad del número fijo antiguo, pero Joseph K. debe firmar un nuevo contrato. Después, la compañía fundirá el fijo de la portabilidad con los móviles contratados anteriormente y luego se dará de baja el fijo nuevo que le instaló la compañía. Joseph K. en su torpeza y confusión accede.
A los pocos días recibe otro router de la compañía Z ( el cuarto). La compañía X le comunica que debe pagar una penalización por la portabilidad de su fijo antiguo. La compañía Y le comunica que debe pagar una penalización por la cancelación de su número fijo. La compañía Z le comunica que debe pagar una penalización por la cancelación del número fijo que le instalaron con el primer router. Joseph K. ya no se dedica a su negocio, ya no piensa en su familia. Su vida está entregada a hablar con las operadoras de las compañías X, Y y Z (de todo el mundo). Es una nueva vida, absurda y cosmopolita. Sueña con routers y discute con máquinas. La conversación más inteligente que ha mantenido en el último mes ha sido esta:
Z: Si es cliente de Z, marque 1; si quiere dar de baja algún servicio, marque 2; si su consulta es cualquier otra, marque 3.
(Marca 1)
Z: El tiempo de espera estimado es de dos a cinco minutos.
(Música de sanatorio)
Z: El tiempo de espera estimado es de dos a cinco minutos.
(La misma música de sanatorio)
Z: Buenas tardes, ¿en qué puedo servirle?
Joseph K.: Quisiera casarme con usted.
Z: Si es usted cliente, marque 1; si quiere dar de baja algún servicio, marque 2...
(Música de sanatorio. Al fondo alguien llora)
(Se repite la escena cinco veces).
No lo dude, si quiere convertirse en un personaje de Kafka, cambie de compañía telefónica.

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