sábado, 15 de noviembre de 2014

Bucólicas (otoño 2)


Me encularás mañana por la noche,
cuando el clamor de la lluvia
rompa los cristales.
Te seré fiel hasta que
desgarres este verano
lánguido y eterno,
después te dejaré un racimo
de dolor en mis gemidos
y me marcharé lejos del calor
implacable y perezoso.
Descubrirás la boca de la madriguera,
retirarás la tierra que la obstruye
para que los predadores
desangren a sus víctimas.
Te esperaré desnuda sobre las sábanas
y cuando suene el tamborileo
del otoño en las ventanas,
vendrás para segar
las mieses con tu bálano afilado.
Nunca más nos rendiremos a la rutina,
nunca más lo haremos boca arriba,
las predicciones de la meteorología
anuncian lluvias por toda la Península.
Me encularás mañana por la noche
y acabaremos con este estío 
que nos dejó las manos llenas de ceniza
y los huesos corrompidos
por la monotonía.

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