lunes, 23 de diciembre de 2013

Crónicas desde la "indocencia" XXII: "Taxonomía avanzada del profesor de secundaria II"


Fotografía de Juan Luis López Palacios

Como os prometí en la última entrega, aquí sigue la transcripción del análisis taxonómico de la Universidad de Osuna sobre la condición del profesorado.
2. DOCENS MANTIS MANTIS: Se trata de una malformación congénita de la especie "docens mantis". Mucho más peligrosa y dañina que la anterior. El ansia por el suspenso que persigue su pariente próximo ha mutado hacia una propensión al estrujamiento del alumnado. El "docens mantis mantis" experimenta un placer morboso cuando humilla a la termita y la empuja a salir del sistema educativo. Su mal digerida ciencia la regurgita sobre el alumno con el único fin de mostrar su superioridad sobre él. Se ceba con los mediocres y los aplasta hasta hacer de ellos su carnaza. Así como el "docens mantis" teme a todo lo nuevo, este espécimen ha heredado, junto a esta condición, la de la pedantería inaguantable. Es una perversión de la primera especie y como tal se comporta: siente odio por la profesión y, en cambio, no podría vivir sin la sangre del débil con la que alimenta su indigencia social. Por suerte es cada vez más rara esta especie y solo se ha detectado un 1% en la actualidad.
3. DOCENS APICULA: Es la especie más abundante, del orden de un 60%, aunque también es de la que menos se habla por su discreción. Se define por su interés por enseñar, por su dedicación y por la indiferencia que muestran los alumnos hacia ellos. No suele mostrar grandes artificios ni excepcionales aptitudes, solo se dedica a laborar en su celda (de ahí su nombre científico) con la mejor de las intenciones. Tampoco se suele enrolar en proyectos demasiado novedosos, ni en empresas revolucionarias. Simplemente trabaja y desarrolla su función de obrera para fabricar la miel necesaria con que alimentar a los alumnos. Algunos de estos especímenes se ven absorbidos por la voracidad de la "docens mantis", pero suelen abandonar sus propuestas por no participar del placer por suspender. Solo el exceso de horas y una mala planificación administrativa de sus labores, provocan que esta especie se vea desbordada y entre en la espiral de otras minoritarias con escasa dedicación educativa. A veces, su exceso de sumisión es aprovechada por la rapiña cruel de los gestores educativos. Los exprimen hasta dejarlos sin sus señas de identidad genética y son los alumnos los que sufren las consecuencias de su desbordamiento (aunque este problema a los gestores de la colmena les trae sin cuidado).
En la siguiente entrega hablaremos de los "docens cigarra" y de los "docens aranea".

2 comentarios:

  1. Gran universidad la de Osuna, como bien sabía el Quijote. En la novela "Despeñaperros" de José Mª Vaz de Soto aparecen los siguientes fragmentos, que quizá pueda servirle de ayuda en su trabajo de campo:
    "El que examine a un niño será a su vez examinado y suspendido, y el que lo examine y lo suspenda será a su vez examinado y suspendido… por el cuello"
    Y más adelante:
    "Los profesores deberían ser examinados todas las semanas y los maestros enviados a la escuela todas las vacaciones. Si algún profesor o algún maestro se acerca de pronto al pupitre de un niño y, sin preguntarle nada ni decirle por qué, lo hace levantarse a empujones, lo insulta groseramente, lo golpea brutalmente con una palmeta y lo echa a puntapiés a la calle, debe ser empujado a su vez, golpeado a su vez por la misma palmeta y la misma brutalidad y expulsado a su vez a patadas de la escuela y del cuerpo de profesores o del cuerpo de maestros; se le hará ingresar en prisión y se le impartirá un cursillo intensivo de incitación al suicidio; si no se aprende la lección o no la aprovecha, se le dará otra paliza con otra palmeta mayor y se le impartirá otro cursillo doblemente intensivo, y así hasta que se la aprenda y la aproveche"
    Cordiales saludos

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  2. Gracias por la recomendación. Me lo apunto en las próximas lecturas (no he leído nada de este autor). Seguro que con la observación diaria y con aportaciones como esta ayudo a los investigadores de Osuna -que no son legión ni tampoco gozan del privilegio de la buena fama- a desbrozar su ardua tarea. Por cierto, si se aplicaran los métodos que propone el señor Vaz de Soto, me lo iba a pasar teta en mi centro -como observador, digo-. Ya lo estoy viendo. Un saludo desde el páramo.

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